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Hace 35 años en la Parroquia Nuestra Señora del Tránsito, en la mañana de un 17 de diciembre, novena de la Navidad, tres religiosas se consagraban a Dios en las manos de Monseñor Carlos González Cruchaga, Obispo y Pastor de la Diócesis de Talca.
Han transcurrido en total setenta fructíferos años de profesión religiosa de la Madre Irene García dePrado, fundadora de las Hermanas del Buen Samaritano, ocasión ideal para introducirnos en su ejemplar historia, al mismo tiempo sencilla y emocionante.
Domnina de Prado, la decimosegunda hija de catorce hermanos, nació el sábado 5 de noviembre de 1927 en el poblado de El Burgo Ranero, en León, España, enclavado en el Camino de Santiago.
Fue hija de don Cecilio García Fernández y doña Irene de PradoTejerina, fervorosos católicos que supieron templar desde la más tierna infancia el alma de Domnina en el amor de Dios.
“Llegó el pobre” se oía con frecuencia en su hogar, y el pobre era sentado a la mesa para recibir alimento y cariño.
A los seis años de edad recibió su Primera Comunión, siendo confirmada cinco años más tarde por el entonces Obispo de León, Monseñor Luis Almarcha Hernández.Un miércoles Santo, con escasos once años de edad, mientras se trasladaba junto a su hermana a un pueblo cercano para llevar los Santos Óleos por instrucción del cura del pueblo, un caballo desbocado lanzó contra el duro suelo al anciano que lo montaba. Inconsciente y sangrando en medio de la soledad del camino, fue asistido por la pequeña Domnina quien sujetaba su cabeza con fuerza conteniendo lahemorragia. Enfrentándose a la incertidumbre y el miedo con naturalidad, permaneció así arrodillada durante una hora hasta que su hermana llegara con ayuda. Gozaba ya de la satisfacción por servir al necesitado.
Este hecho marcó su vida. Se produjo así un encuentro místico en el que sintió conmovida el llamado de Cristo, que fue alimentando, inspirando y consolidando su vocación samaritanadesde su infancia, con el paso del tiempo.
Muy joven se consagró al Señor y desde allí empezó a trabajar por los enfermos.
Ingresó a la Congregación Religiosa de las Siervas de Jesús a la edad de 15 años en Bilbao, vistiendo el Santo Hábito el día de la festividad de San Lorenzo mártir —uno de los siete diáconos de Roma dedicado al cuidado de los pobres— en el Noviciado de Deusto. Recibió el nombrede Irene, que significa paz, justamente lo que ha dejado traslucir su rostro sin proponérselo, en medio de las más variadas circunstancias.
A la edad de 23 años hizo su Profesión Perpetua, el sábado 11 de agosto de 1951, en León, y el mismo año rindió sus exámenes de enfermería —especialidad que estudiaba desde su primera profesión de votos— en la Universidad Complutense de Madrid.
Dos años mástarde es destinada a la ciudad de Bilbao como Jefa de Clínica, Administradora y Primera Enfermera de Quirófano de un selecto grupo de profesionales bajo la batuta del eminente médico Dr. Eusebio García Alonso, gran maestro cirujano y pionero en la operación del cáncer gástrico en Europa.
Inquieta como siempre, no deja de perfeccionar sus conocimientos en Medicina, sacando el tiempo de donde no lohabía, en medio de mil ocupaciones.
Durante 15 años supo aprovechar intensamente las enseñanzas del Dr. García Alonso, quien tal vez intuía el futuro Samaritano de la Madre Irene en las lejanas tierras de América y le enseñaba con especial predilección y un profundo sentido de humanidad. Su marcada sensibilidad y su carácter compasivo permitieron a la Madre Irene, bajo una discreta complicidad,esconder a los pobres en su Sanatorio…
Al fallecer el Dr. García Alonso el año de 1966, llena su alma de deseos de servir a los más necesitados hasta el olvido de sí, pide a sus superioras hacer una experiencia con la Madre Teresa de Calcuta. La congregación la destina sin embargo a la ampliación del Sanatorio, labor que concluye con éxito, pero siempre con la clara aspiración de una entrega...
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