LLAMAR PARA ATRAS

Jue, 16 de enero de 1997 EL NUEVO DIA /

LLAMAR PARA ATRÁS de LUIS RAFAEL SÁNCHEZ
El barbarismo mas difundido por estos lares caribeños tiene nombre y apellido -llamar
para atrás. Y mire que la lidia diaria con el inglés acarrea muchas desvirtuaciones del
vernáculo como se llama la lengua nativa. Muchas interferencias en la sintaxis, como se
conoce la coordinacion de las palabras en la oracion,muchos desarreglos en la semántica
como se nombra el estudio del significado de las palabras. Un ejemplo de desvirtuación
vernacular procede. Al otro día de las elecciones, un tipejo de los que el pueblo castiga
con el mote de Muñeco de los Siete Culos, porque con cualquiera de los siete se arrellana
en la silla de mando, repitió en un programa radial –“El pueblo se encuentra optimístico
con eltriunfo del doctor Pedro Rossello, El pueblo se encuentra optimístico con el triunfo
del doctor Pedro Rossello”.
Para este particular Muñeco De Los Siete Susodichos lo mejor está por venir. En
cuanto se filetee el presupuesto general se premiará su antológico disparate.
¿Cómo? Nombrándolo asesorístico de alguna pendejadística con el bonito
salario de tres mil malangas mensualísticas.
Optimístico,valga aclararlo, circula poco en la habla de aquí. Digamos que
circula menos que postiar, fronte, tofe, deprivada, gufeo, troquero, paniquearse y
otros barbarismos similares, enhebrantes del collar que amenaza estrangular
nuestro idioma español. El estrangulamiento no pasa de ser la amenaza de un
perro que ladra. Un idioma acaudalado e histórico, como el español, se recrea
en la flexibilidad. Y laflexibilidad lo faculta para ampliar el vocabulario mediante
la digestión de los extranjerismos, el descarte de las voces que dejan de
responder a las necesidades de la expresión contemporánea y la pronta acogida
a las voces pasajeras que refrescan la coloquialidad.
Unos ejemplos de estas voces proceden.
Durante los años cincuenta la palabra chuchin se usó para cualificar lo
agradable y simpático.Durante los sesenta chuchin fue sepultada junto a plante
que significaba pretendiente o pestillo. Las ideas que chuchin y plante

transmitían resucitaron en las palabras chévere y jebo. Después, a finales de los
setenta, la palabra nítido y la palabra chévere se hermanaron. A principios de los
años ochenta, cuando se produjo el histórico colapso de la virginidad, detonaron
las palabras chilla ychillo.
¿Por qué decirle chuchin a lo que se tiene por grato? ¿Por qué llamar plante la
conquista enamoratriz? ¿Por qué tratar de chilla y chillo a los participes de una
relación que activa, en un dos por tres, la saliva impiadosa del chisme? Nadie lo
sabe. Como sucede en el amor, como acontece en la pasión, son infinitas las
ocasiones en que el idioma obedece a la arbitrariedad.
Pero, resumamosantes de seguir sumando.
Los barbarismos como optimistico, cuyo estratégico uso posteleccionario le
garantiza al Muñeco de los Siete Asientos Portátiles un pingüe destino,
empobrecen el idioma pero no lo amenazan, realmente. En cambio si lo
empobrecen y lo amenazan los calcos anglicados y las interferencias sintácticas
que circulan sin el grillete electrónico. Piénsese en el barbarismo más difundidopor estos lares caribeños. Piénsese en Que lo llame para atrás, la infame
traducción del enunciado inglés To call him back que tiene varias equivalencias
correctas y apropiadas en el español común y sin rebuscar -Que le conteste la
llamada, Que le devuelva la llamada, Que espera por su respuesta, Que no se
olvide de llamarlo, Que le responda la llamada, Que lo llame.
No debe extrañar elacogimiento que ha tenido llamar para atrás por estos lares
caribeños donde el timbrador invento del señor Bell incordia más que beneficia.
El uso del teléfono se ha convertido en una de las adicciones apremiantes de
este Siglo de la Adicción. Además de inflamar las cuerdas vocales y
congestionar las líneas de la inteligencia, el uso excesivo del teléfono acaba por
neurotizar.
Como toda neurosis la...