DOS DISCURSOS SOBRE LA DEMOCRACIA Alberto Lleras INVITACIÓN A LA DEMOCRACIA El 30 de abril de 1946 el Presidente Lleras se dirigió por radio al país invitando a los colombianos a realizar un acto electoral sin fraude ni violencia. Ese día terminaba la campaña electoral, al suspenderse la propaganda política. La costumbre, aleccionada por los duros golpes de la experiencia, ha establecido enColombia que después de la campaña electoral, y antes de que ella termine, se haga una especie de pausa, destinada a que la última etapa, la decisiva y culminante de las votaciones, se cumpla dentro de una atmósfera menos caliginosa y propensa a los actos de irreflexión y violencia. Esa etapa ha comenzado ya. Las primeras restricciones entraron en vigor desde anoche. Las conferencias de todos losoradores han sido suspendidas. Está limitado el derecho de reunión en los sitios públicos, y no habrá ya manifestaciones hasta después de 24 horas de terminada la votación. Yo deseo aprovechar esta tregua para llevar al ánimo de mis compatriotas todavía más razones de aquéllas que pudieran brotar espontáneamente de su reflexión sobre la importancia que tiene el acto del 5 de mayo para la Nación entera,ya que parcialmente han escuchado y adherido a los juiciosos argumentos que se les han presentado sobre la conveniencia de que voten por uno u otro candidato, en los cuadros de los diversos partidos Creo así contribuir, no sólo como Jefe del Estado, sino como simple colombiano, llevado, por mis propias convicciones sobre la misión actual del Gobierno, a permanecer neutral en la lucha, a que elacto cívico del domingo próximo sea, efectivamente, cívico, propio de ciudadanos, adecuado a nuestra reputación internacional, ajustado' a lo que le conviene a Colombia como nación, entre las demás naciones. Y también a lo que conviene a todas las personas que habitan su suelo, y que forzosamente, tendrán que seguir conviviendo después de esta batalla civil, buscando conjuntamente mayor grandezapara la República, cada una en su sitio de trabajo, cada una en cumplimiento de función social, pero todas subordinadas a las condiciones que ‘se lleguen a crear como consecuencia del debate. El Gobierno tiene un interés, una meta, un deber superior en las elecciones del domingo: La conservación del orden. En la más vasta aplicación de ese término, que no es solamente que no haya choques en lascalles, ni reyertas y muertos en las aldeas, ni escándalos colectivos. Sino que el supremo orden nacional, que está organizado y regido por una serie de disposiciones y leyes fundamentales, se imponga sobre toda otra consideración y salga consolidado de la prueba. En ese orden está excluido cualquier acto de violencia, y cualquiera otra forma de delito o contravención de las leyes. De tal manera que sihay fraude a la voluntad popular, no se ha conservado el orden. Y lo mismo si se ha atropellado la libertad del elector que si se le ha invalidado su derecho, por la picardía, se conspira contra el orden público. Pero os pido que no penséis que el Gobierno tiene ese interés solamente por él, como si dijéramos, por salir bien del paso, rindiendo unas cuentas satisfactorias, como gen darmeacucioso. En este caso, tengo la convicción más profunda de que el interés del Gobierno se confunde totalmente con el de los colombianos, y también, sin jactancia, de que es hoy el interés de la República más globalmente, más desinteresadamente interpretado que cualquiera otro que pudiera presentar un solo grupo o asociación
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partidista, para reclamar la atención de los electores. Yo he sidomilitante político, y no de los menos combatientes. Por eso sé que no es un cargo a nadie afirmar que hay un momento en las luchas de los partidos en que aun los más patriotas llegan a considerar que de tal manera tienen la razón sobre los demás, que sinceramente prefieren todos los desastres a ceder un centímetro en su legítima ambición de predominio. En una de las más firmes democracias del...
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