Lo afectivo como acto de imposición

Resulta propia de los humanos esa necesidad de imponerse ante el otro. ¿Acaso nosotros no queremos que sea nuestra la voluntad, y solo nuestra voluntad, la que se ejerza antes que nada? Casi nadie esconsciente de ello. Por ejemplo, basta con conocer algo para querer poseerle. Surge una voluntad y con ello la necesidad de satisfacerla. Vemos una flor y le queremos cortar, queremos tenerle ennuestras manos, hacernos con su aroma, y apropiarnos de su esencia. Si no es esto, al menos hemos de querer guardar su imagen, ya sea en nuestra mente, en un papel o en un lienzo, o en una fotografía;queremos convertirle en nuestra imagen. —Muy pocos quieren ser la flor en estos días—. Y no es que haya una mala intención en ello. Puede incluso ser todo lo contrario, que se quiera alabar la flor,poseer la flor, proteger la flor, y hasta compartir la flor. Por cierto, ¿No es acaso esto un acto —un tanto sutil— de imponérsele al otro? Es nuestra voluntad, y solo nuestra voluntad la que queremossatisfacer, pero no siempre esa voluntad es la misma que la del otro, por lo que se busca sobreponer la voluntad propia ante la ajena, aunque sea en una forma muy sutil como cuando se regala una flor yeste obsequio es un acto que responde a la propia voluntad de querer compartir aquello que es mio —que yo encontré y me apropié de él con la intensión de obsequiarlo—, con el otro. Pero, ¿Qué pasa siel acto de cortar la flor responde a la voluntad del otro, que fuese el otro, por ejemplo, quién solicitó la flor? Podría decir que es mi voluntad de satisfacer al otro la que me llevó a ese acto. Enfin, es difícil pensar en que se ceda por completo ante la voluntad del otro.
También se da en esto las relaciones de poder. No es un secreto que los que tienen mayor poder, lo ejercen sobre losdemás, en un acto de dominación, de imposición —de la voluntad—, que puede manifestarse de múltiples formas, tan múltiples como tipos y relaciones de poder puedan darse. No es que, mediante el uso del...