LO CONTEXTUAL EN DESCARTES

BREVES CONTEXTUALIZACION DE LA EMEGENCIA DEL SUJETO CARTESIANO Y REFLEXIONES CRITICAS ACERCA DEL SUJETO CARTESIANO Y SUS DERIVACIONES

“Frente al positivismo que se detiene ante los fenómenos -‘no hay más que hechos’- diría yo que precisamente no hay hechos, sino tan solo interpretaciones. No nos es dable comprobar ningún hecho ‘en sí’; quizás sea absurdo pretender tal cosa. Vosotros decís:‘todo es subjetivo’: pero incluso esta tesis es ya una interpretación. El ‘sujeto’ no es dado sino que es una instancia inventada, puesta tras las cosas. ¿Es necesario, por último, poner al intérprete tras la interpretación? Esto ya es invención, hipótesis.”
Friedrich Nietzsche -“La Voluntad de Poder”


I.- INTRODUCCION.
Al solo efecto de bosquejar la hipótesis de este trabajo, cabe señalarexistirían básicamente dos modos de concebir y de hacer filosofía. Uno, que se ha dado en llamar internalista, se da cuando la filosofía procura dar respuesta a problemas intelectuales eternos y perennes, procurando evitar toda influencia de factores extrafilosóficos. Otro, denominado externalista, que introduce y resalta el contexto cultural y sociopolìtico especifico en el abordaje del problemafilosófico de que se trate.
En el tratamiento de la filosofía de Descartes, y aún mas específicamente, el de la emergencia de sujeto cartesiano o res cogitans, jamás podría determinarse su significado histórico sino es recurriendo a su detallada contextualización.
Me interesa partir de cierta visión optimista que trae aparejada la posmodernidad en tanto un tiempo de revisión y resemantizaciónteórica y existenciaria que confiere cierto permiso epistémico para poner en cuestión las significaciones imaginario-sociales centrales y más pétreas que nos legara la modernidad -y la irrupción del sujeto cartesiano claramente lo es- que inexorablemente nos preexisten y de las que somos hijos y herederos.
En una época como la posmoderna durante la que se han pregonado tantas muertes y disoluciones-entre ellas la del sujeto- , interpelar o autopsiar tal polisémica categoría constituye un acto filosófico de riesgo que conlleva, cuanto menos desde el planteo que aquí se pretende realizar cierto requisito básico e inherente, a saber: no tomar a la categoría de sujeto (ni al sujeto moderno ni a ningún otro, ni siquiera al sujeto disuelto o a la “nada de sujeto”) como un dato dado, sinofundamentalmente como una construcción deviniente, como una organización (veremos luego cuan inestable) que se va configurando en un hacer, esto es, en las prácticas sociales de un tiempo histórico y de los discursos que circulan dando cuenta de esas prácticas y coadyuvando a constituirlas; hacer éste que constituye un proceso continuo de actos de creación y recreación nunca exentos de incertidumbres yambigüedades, ello por cuanto la inestabilidad de las interpretaciones a las que refiere el epígrafe nietzchiano es de carácter intrínseco e inherente al mentado proceso.
Martin Heidegger, por su parte, impugna la categoría de sujeto advirtiendo en su denuncia en relación al olvido del Ser que el hombre no sólo ha huido del verdadero pensar (léase: el pensar meditativo) sino que ha negado lahuida, extraviándose en lo que el léxico heideggeriano entiende como en una actitud tecnológica y en un pensar computante o calculante cuyo paquete simbólico se habría forjado entre los siglos XVII y XVIII con la imposición de la “filosofia del cogito”, que al menos en la denuncia heideggeriana ha contribuído a un modo egoísta de pensamiento y a un extravío de la relación de humildad con el Ser endonde la cosa pensante cree que todo el Ser existe por ella y para ella.
En tal orden de ideas, hay quienes sostienen que el dualismo cartesiano, tributario presumiblemente de la ontología platónica, ha propiciado en Occidente una matriz de pensamiento en la que rige una comprensión dicotómica de lo habiente en donde los términos se oponen de manera excluyente sin favorecer la indispensable...