lo de hoy
A diario, cerca de cinco millones de capitalinos utilizan el sistema del Metro, en batalla álgida por el oxígeno y elmilímetro. Quedaron muy atrás las secuencias del cine cómico donde un camarote minúsculo o un taxi se la arreglaban para contener poblaciones innumerables. Eso de cualquier modo era una metáfora surreal, lo deahora es algo distinto, el caos en una cáscara de nuez por así decirlo. El Metro es la ciudad, y en el Metro se escenifica el sentido de la ciudad, con su menú de rasgos característicos: humorcallado o estruendoso, fastidio docilizado, monólogos corales, silencio que es afán de comunicarse telepáticamente con uno mismo, tolerancia un tanto a fuerzas, contigüidad extrema que amortigua lospensamientos libidinosos, energía que cada quien necesita para retenerse ante la marejada, destreza para adelgazar súbitamente y recuperar luego el peso y la forma habituales. En el Metro, los usuarios ylas legiones que los usuarios contienen (cada persona engendrará un vagón) reciben la herencia de corrupción institucionalizada, devastación ecológica y supresión de los derechos básicos y, sindesviar la inercia del legado, lo vivifican a su manera. El “humanismo del apretujón” [...]
Si es falso que donde comen diez comen once, es verdad que donde se hallan mil se acomodarán diez mil, elespacio es más fértil que la comida, un pensamiento arrincona al vecino, y la mente en blanco le devuelve su crédito a la inocencia. Lo más flexible en el universo es el espacio, siempre hay sitio paraotra persona y otra y otra y en el Metro la densidad humano no es sinónimo de la lucha por la vida, sino más bien, de lo opuesto. El éxito no es sobrevivir, sino hallar espacio en el espacio. ¿Cómo quedos objetos no pueden ocupar el mimo lugar al mismo tiempo? En el Metro, la estructura molecular detiene su imperio universal, las anatomías se funden como si fuesen esencias espirituales, y las...
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