lo imposible
-Dime, mi más fiel auxiliar, lo que crees que es más sabio hacer –sus palabras sonaban tanfalsas como siempre–. Tengo dos posibles maridos para mi hija, y no sé cuál de los dos escoger. Uno es el Duque de Medinaceli, muy joven, buen guerrero, ferviente seguidor de la Religión, pero no muy buenplanificador, concede demasiado al campesinado. El otro es el Marqués de Santa Cruz, menos joven, no tan diestro guerrero, pero buen estratega y poseedor de menos tierras que, sin embargo, administrade mejor forma. ¿Cuál es la forma más adecuada de obrar?
-Creo sin duda que es más conveniente el Marqués de Santa Cruz. A veces vale más planificar bien la guerra que combatir con desenvoltura.No dude que el marqués pronto tendrá bastantes posesiones, más, si las rentabiliza bien y son hábilmente defendidas. Escoja al Marqués.
No sabía si podría esconder sus verdaderos sentimientos muchotiempo más. Pero lo cierto es que habían transcurrido varios meses desde aquella cena, y Alarcón todavía se contenía. En sus largas caminatas por la ribera del río, por los bosques de los aledaños...
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