Lo Publico
(libro colectivo en proceso de publicación, noviembre del 2007)
Coordinadores:
Dr. J. Carlos León y Ramírez.
Dr. Ricardo Uvalle Berrones.
Seminario: “La Cuestión Pública.”
Centro de Estudios en Administración Pública.
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Universidad Nacional Autónoma de México.La dimensión pública del buen gobierno: La administración ciudadana del quehacer colectivo.
“A través de la acción política los hombres enfrentan la evanescencia del espacio público, construyen islotes de previsibilidad en su acción conjunta, y prolongan la escena en una aparición que trasciende el instante.”
Hannah Arendt.
J.Carlos León.
Del contexto.
Casi aparejada con la aparición de profesionales encargados de la administración del Estado desde el origen de la civilización en el Sumer, la Administración denominada como pública irremediablemente vista como burocracia gubernamental en lo concerniente a la guerra y el mantenimiento de ejércitos permanentes, la religión, el sacerdocio y el mantenimientodel culto y los templos, la justicia, los jueces y el registro de los códigos y las leyes (Hammurabi resulta un admirable ejemplo) la recolección de impuestos, el levantamiento de censos y la realización de obra pública y obra de infraestructura (Roma es sorprendente en lo concerniente a la unión de todas estas actividades para la grandeza del imperio y la inmortalidad divina de los emperadores)
Lagradual construcción del Imperio Romano hasta su división en oriente y occidente, la incapacidad de lograr una coherencia administrativa, las luchas intestinas por el poder, la fibra republicana de temple ciceroniano dirigida a evitar los excesos de la Magna Latrocinia desgastada progresiva e inexorablemente por la abulia ciudadana y la corrupción generalizada, aunada a la presión permanente delos pueblos bárbaros en su versión más consumada de extranjería, así como la aparición y difusión del cristianismo en su binaria pretensión desestabilizadora y estabilizadora a la vez y que da origen a la fragmentación feudal equivocadamente denominada por muchos como la edad de las tinieblas, pero que progresivamente incuba el esplendor renacentista, en una Edad Media que se debate entre elmonopolio de la información por la Iglesia y su control inquisitorial, y su siempre manifiesta alianza con el poder, encarnándolo y disputándolo y el espíritu férreo de la libertad humana que produce seres inmortales como Nicolás Copérnico saboteador de la presunción divina de la tierra como la casa de los ángeles y el centro de la creación; Galileo Galilei y el devastador pero inexorable y grandiosoen su simplicidad aparente si muove, la aparición del referente Estado por primera vez en la historia del pensamiento, magistralmente plasmada en De Principatus, Nícolo Maquiavelo dixit, que ciertamente dan paso a las propuestas fundacionales tanto de Thomas Hobbes como de John Locke (perseguidos, denostados y forzados al autoexilio y con fuertes convicciones religiosas), con énfasis diferentespero ambas con extraordinaria lucidez, el agotamiento guerrero de la nobleza y su transformación a la vida frívola y decadentemente cortesana en el surgimiento y auge absolutista y su administración por una burocracia alejada de el determinismo del origen del nacimiento y apreciada por el talento financiero aledaño al siempre permanente esfuerzo guerrero, así como de la República en su concepciónmoderna plasmada fastuosamente por el esplendor de Venecia y Florencia y que con el Reino de Portugal a la cabeza, dan inicio a las aventuras comerciales marítimas, contando con él genio y audacia de Magallanes, envuelto en el melancólico canto del fado, que a la cabeza de una miríada de aventureros ( en su sentido más claro-oscuro) consuma la exploración de los mares, la circunnavegación de...
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