Lo que abunda - Aquiles Nazoa
La señora Paquita de la Masa,
ricacha de esta era,
se compró hace algún tiempo una nevera
y la instaló en la sala de su casa
en donde se la vetodo el que pasa,
ya que desde las seis de la mañana
abre doña Paquita la ventana,
pone allí, en un cojín, una perrita
y hasta la medianoche no la quita.
Aunquetiene teléfono en su casa,
la señora Paquita de la Masa usa el de la cercana bodeguita,
procurando pedirlo a aquellas horas
en que haya en la bodega otrasseñoras
que no tienen nevera ni perrita.
Y por si ustedes quieren escucharla,
les transmito un fragmento de su charla:
—"¿Hablo con el Bazar Americano ?
Es la señoradel doctor Fulano...
Mire, que yo quisiera que mandara a arreglarme la nevera...
Sí, la que le compramos de contado;
pues le metimos un jamón planchado
y al irhoy a cortar un pedacito,
la sirvienta de adentro pegó un grito
porque el jamón estaba conectado.
"Además, casi todas las mañanas,
al meterle la torta demanzanas
el motor hace un ruido
que despierta al chofer de mi marido..."
"Bueno, pues, yo confío
en que hoy mismo vendrán a repararla.
Mire que vamos a necesitarlapara la graduación de un primo mío.
Usted sabe: mi primo Pantaleón
que llegó de Chicago por avión."
Cuelga el auricular, y la mirada
le tuerce a alguna pobrecocinera,
como diciéndole:—Desventurada,
qué le vas a tirar a mi nevera!
Y es lo peor que si usted, que no es discreto
le suelta un "bollo" que la larga fría,todo el mundo lo acusa de irrespeto y
le acuñan un mes de policía.
¡Lo que le prueba una vez más al mundo
que no hay justicia en este mundo inmundo!
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