Lo que el agua se llevó

LO QUE EL AGUA SE LLEVÓ
Crónicas de un desastre anunciado

La magra noche se cierne sobre los territorios signados por la muerte, que guardan en sus espacios la muestra inefable de la desidia, de la imposición fatal, que transforma el mutuo hogar en la soga que nos asfixiara, por codicia, por posición, por poder, por nada...

Ante una situación ineluctable, la reacción de la sociedaddetermina su carácter e idoneidad. Pero el actuar se torna insulso, mas desde los centros de poder, que observan indiferentes o ávidos el desazón de la humanidad, buscando infatigables la opción de hecho, que les permita acceder a control, a capital, a dinero, muestra de interés innegable, muestra de lo mezquino e indigno que puede llegar a concebir un cerebro.
El análisis de los acontecimientosacaecidos anterior, posterior y a lo largo del desastre natural mas grande del naciente siglo arroja un inquietante panorama, sobretodo en lo que a prevención e inversión en infraestructura se refiere; resulta igualmente paradójico que se considere como prioridad la reconstrucción de una estructura turística, cuando las medidas de precaución para la zona se desecharon por la imposibilidad y lainexistente voluntad política frente a los fenómenos naturales, en zonas periféricas de los centros de poder económico del orbe. La característica ineluctable de los hechos nos remite a la consideración de los “beneficiarios”, que consiguieron la posibilidad de edificar “nuevas formas” de construcción mas acorde en la zona, que imbuidos en proyectos como el plan Phuked, busca potenciar la actividadturística en algunos de los territorios asolados por el fenómeno. Esta prerrogativa, abrogada a las empresas internacionales les traerá sumas interesantes en el futuro, resumidas en la desafortunada visión de un personaje como la secretaria de estado, y su interpretación de una magnifica oportunidad de inversión. La pregunta por los desposeídos quedara una vez mas en el aire, dando a entender que loscapitales que ingresaran a la zona, y la multiplicación de los “paraísos turísticos” traerán consigo la prosperidad, y de paso, la manifestación mas humanitaria y altruista de los valores estadounidenses, un tanto resistidos por la cultura de corte musulmán. La suma de eventos edificantes para el centro de poder por antonomasia en el mundo contemporáneo resulta un tanto enigmático, además defortificar sus frentes en el sur de Asia, frente a la inminente amenaza de la republica China, se granjea el favor de la comunidad internacional por sus actuaciones humanitarias, y termina consigue al unísono un nuevo destino turístico, libre de la pobreza que anteriormente lo habitaba. Dejando a un lado por un momento la perspicacia, el observador podría remitirse a los sucesos que antecedieron ala catástrofe, y tendría que considerar, quizá un tanto perturbado, toda la sumatoria de actuaciones contraproducentes que dieron una multiplicación efectiva a los efectos devastadores de la inmensa marejada. La explotación de las zonas marítimas, como medio de importación masiva de productos pesqueros, dio como resultado una desaparición paulatina de las barreras coralinas, que en el pasadoamainaban significativamente los embates de las olas; además, los cinturones de pobreza se encontraban diseminados en zonas inseguras, multiplicando el riesgo para los desvalidos ante una inexistente política gubernamental de zonificación y control de riesgo. La negativa de invertir en un sistema de vigilancia oceánica refleja la inmediatez de la burocracia local, que ahora no insiste en reparos conrespecto a los nuevos proyectos de urbanización que se planean para la zona, dando a entender claramente su posición frente al suceso. Las tragedias muestran lo probo de un determinado esquema, lo competente del sistema, y extrañamente en este caso, como en tantos otros, el capitalismo ha mostrado lo inoperante, mezquino e incompetente que puede ser; en un mundo globalizado, con unas lógicas...