Lo Que Fue Del Lenguaje

Así se llama el último libro de William Ospina. En este estudio él habla sobre la educación. “Nunca en lahistoria hubo una humanidad mejor informada: televisión, radio, cine, prensa,pero cadavezsentimos también que no ha existido una época tan frívola e ignorante”. ¿Qué sucede?“Lo que menos se cuenta es lo que sale bien”. Pero si algo truculento sucede en el panoramasexual, el chisme se dispara.Enciende sus faros. Abre sus esclusas y por un tiempo largo esta noticia nos apabulla. “Todo quiere ser espectáculo” dice Ospina. Las cosas del pasado seborran pronto. Y vivimos al acecho de todo lonuevo y rimbombante que despierte nuestra curiosidad.¿Por qué olvidamos tan pronto lo que en ese instante nos golpeó? ¿Porqué es tan débil e inconsistente lo que pudo captar nuestra atención? “Ellodemuestra –dice el autor– que no basta la información. Que se requiere un sistema de valores y de criterios paraque ella sea procesada y se quede en nuestro conocimiento”. Todos recibimos el aviso delmismo suceso. Pero cada uno de nosotros lo va acomodando a su forma de pensar. Y entonces aparecen las noticias que calificamos de espectaculares y quevamos cocinando y adobando según sea nuestrocriterio. Y esto lo vemos y palpamos en cada dirigente político que toma la rienda de cualquier gobierno seaeste nacional, departamental, o municipal.

A la semana o al mes ya está hecho el diagnósticoque lo retrata y que por lo generales bastante oscuro y amañado a las circunstancias que a cada cual rodean.La comunicación maneja, según sea su política, los conceptos positivos o adversos a la marchadel país. Ella es la que anuncia el próximo diluvio o el “veranito del niño Dios”. El “peso de la educación” dice el autor, no está en el sistema escolar. La familia, el entorno, los estudiantesaportan mucho en esta llamada “cultura de la educación”. Si un niño crece dentro de un hogarcaótico su futuro educativo será vacilante y desordenado y este chico tendrá fallas en su atención y en su...