Lo que sea
Páginas: 119 (29501 palabras)
Publicado: 17 de marzo de 2011
Max Scheler
El inesperado fallecimiento de Max Scheler en 1928 produjo un sentimiento en que el estupor se mezclaba con la aflicción. Su pérdida asumía literalmente el carácter de lo irreparable. Una serie magnífica de libros y estudios le habían conquistado una indiscutible posición de primera fila en la filosofía actual; no eran pocos los que veían en él surepresentante máximo y por excelencia. La riqueza de su pensamiento con dificultad admitía parangón. En la filosofía universal no escasean los hombres de las grandes ideas, de las concepciones de vasto alcance; tampoco son raros los filósofos que ofrecen con prodigalidad pensamien¬tos agudos, brillantes y justos, pero que no llegan a definir una postura general y sistemática. El filósofo completoha de conciliar las ideas ordenadoras y la riqueza de contenido concreto; las síntesis sumas y los más menudos mecanismos conceptuales capaces de aprisionar la pluralidad de la ex¬periencia y conducirla en esencia hacia las últimas síntesis. Scheler poseía la capacidad admirable de sobresalir tanto en la idea genial como en los pensamientos menores; el esquema general dibujado por unas cuantasconcepciones fundamentales, se llenaba en él con profundas intuiciones parciales, con observaciones precisas, con distingos sutiles. Manejaba con destreza semejante el análisis y la síntesis; un finísimo don de comprensión psicológica venía en ayuda de la especulación del filósofo, y el erudito aportaba por su lado un saber de historia de la filosofía que, apretado en fórmulas concisas en oposicionese identificaciones atrevi¬dísimas a veces y casi siempre sorprendentes, estimulaba la mente del lector tanto como las tesis originales.
Aun a la distancia se adivinaba la intensidad de esta hoguera filosófica, que no llegaba al lector únicamente como un resplandor, sino que parecía traer hasta él el calor y aun las crepitaciones del fuego en que el filósofo se con-sumía. Sabido es que Scheler seadhirió a los principios de Husserl y figuró en las filas de la Fenomenología, el mo¬vimiento iniciado por Husserl, que heredó la hegemonía fi¬losófica retenida hasta su advenimiento por las direcciones neokantianas, especialmente la de Marburgo. Pero pocos filósofos entre sí más distintos que Husserl y Scheler. Hus¬serl era ante todo un lógico, una mente formada en la me¬ditación matemática;Scheler prefería cuanto atañe más de cerca al hombre, y se preocupaba principalmente de los problemas del espíritu y de los valores. Husserl publicaba relativamente poco; le agradaba conservar inéditos sus ma¬nuscritos, únicamente accesibles al círculo de los iniciados. Scheler prodigaba libros y ensayos, en un ritmo que cuenta entre los más acelerados de la productividad filosófica de la época.
Lascoincidencias fundamentales entre Husserl y Scheler constan en el manifiesto fenomenológico de 1913, ante-puesto al primer volumen del Anuario de filosofía y de indagación fenomenológica: había que retroceder hasta las fuentes vivas de la intuición hasta las esencias dadas intui¬tivamente y a priori, para esclarecer los conceptos y poner los problemas sobre sólidos basamentos. Luego se vio que nila captación esencial ni las esencias mismas eran cosas idénticas para Husserl y Scheler. Para Scheler, el volverse hacia las esencias tiene un sentido y un alcance metafísicos, ajenos de todo punto al pensamiento del fundador de la fe¬nomenología. En cuanto a las esencias, Scheler ampliaba fundamentalmente el cuadro de Husserl poniendo al lado de las esencias pensables o significativas —tomadasen cuenta por Husserl— otras desprovistas de significado reali¬zable o pensable, irracionales: los valores, cuya teoría des¬arrolló en su libro famoso y magistral El formalismo en la ética y la ética material de los valores. Sus discrepancias de Husserl alimentan los brotes capitales de su filosofía. En su peculiar interpretación y estimación de la aprehensión esencial se apoya su metafísica; su...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.