Lo Que Sucedió A Una Falsa Devota
-Patronio, yo he estado hablando con mucha personas y nos hemos preguntado que podría hacer un hombre muy malo para causar mucho da?o a los demás. Unos decía que encabezar revueltas; otros, que pelear con todos; otros, que robar y matar, mientras otros afirmaban que aquello con que el hombre puede hacer mas da?o es lacalumnia y la mala lengua. Por vuestro entendimiento os ruego me digáis con cual de esta cosas podría causar se mas mal a las gentes.
- Se?or conde - respondió Patronio-, para que veáis esto claro men gustaría que supierais lo que sucedió al demonio con una de esas mujeres que se fingen devota.
El conde le pregunto que le había sucedido.
-Se?or conde Lucanor -dijo Patrinio-, para queveáis esto claro me gustaría que supierais lo que sucedido.
-Se?or conde Lucanor- dijo Patronio -, en un pueblo había un mancebo muy bueno, casado, que se llevaba muy bien co se mujer, de modo que nunca había entre ellos desavenencias . Como al demonio le desagradaba siempre lo bueno, recibía de esto mucho pesar; pero aunque estuvo mucho tiempo tratando de meter ciza?a entre los dos, nunca los pudodesavenir.
Un día, viniendo el demonio del pueblo donde aquel matrimonio vivía, se encontró con una devota. Al conocerse le pregunto por que estaba triste. Dijole el demonio que venia del sitio donde vivía aquel matrimonio, que hacia mucho tiempo que estaba tratando de desavenirlos, sin conseguirlo, y que, al saberlo su superior, le había dicho que, pues hacia tanto que nadaba en ello sin darpuntada, había perdido su estimación, y que por eso estaba tan triste. Respondióle ella que se asombraba de que, con lo que sabia, no pudiera lograrlo, pero que si hacia lo que ella dijera, estaba segura de conseguirlo. Contesto el demonio que estaba dispuesto a hacer al pie de la letra lo que ella quisiera con tal de desavenir a aquel matrimonio. Cuando el demonio y la falsa devota se pusieronde acuerdo, se fue la mujer para el lugar donde ellos vivían; tanto hizo allí que se dio a conocer la mujer h le hizo creer que se había criado en casa de su madre y que por esto estaba obligada a servirla en todo lo que pudiere. La honrada esposa, convencida de ello, la metió en casa y acabo por fiarle su manejo. También se fiaba de ella el marido.
Cuando ya había estado mucho tiempo en la casay se había ganado la confianza de los dos, se vino muy triste un día a la mujer y le dijo:
- Hija mía, mucho siento lo que me han dicho: que a vuestro marido le gusta otra. Os ruego y aconsejo que lo tratéis con mas cari?o que nunca para que no SME a ninguna mujer mas que vos, pues ello seria la mayor desgracia que os pudiera venir.
Al oír esto la buena esposa, aunque no lo creyó, seentristeció mucho. Viéndola tan triste la falsa devota, se fue al lugar por donde su marido había de venir, y al llegar le dijo que era una pena que, teniendo una mujer tan buena como la suya, amara mas otra, y que esto ya lo sabia su propia mujer y se había entristecido micho por ello, habiendo dicho que, pues el se portaba así a pesar de ella se esforzaba tanto por tenerle contento, buscaría a otroque la tuviera en mas que a el. Acabo rogándole la ciza?era que su mujer no supiese lo que le había dicho; si lo supiera, ella se moriría.
Cuando el marido oyó esto, aunque no lo creyó, se afligió también mucho y se puso muy triste. La enemiga de su descanso se fue entonces adonde estaba su mujer y le dijo, con grandes muestras de pesar:
- Hija, no se que desgracia os ha venido, que vuestromarido esta muy enoja con vos; ahora veréis que es verdad lo que os digo, pues ha de entrar triste y enojado, lo que no había antes.
Dejándola con esta preocupación se fue al marido y le dijo lo mismo. Cuando este llego a su casa y vio a se mujer triste y que ya no se alegraban el uno con el otro, quedaron los dos aun mas preocupados. Al salir el marido le dijo la falsa mujer a la buena esposa...
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