Lo que sucedio en Coahuila
Los restos de las tropas insurgentes eran un enorme contingente humano que parecía todo menos un ejército. Los soldados con sus familiasmacilentas, carros, carretas y hatajos de carga le daban un aspecto de pueblo en éxodo. Derrotados y perseguidos, habían puesto su confianza en que en el norte encontrarían los medios para seguirsosteniendo sus existencias y la lucha a la que se habían entregado con bravura unos meses atrás, en septiembre. Ignacio Allende, al frente de aquella tropa, sabía que no podría dar combate al enemigoque los había abatido el 17 de enero de 1811 en el Puente de Calderón, cerca de Guadalajara. El 17 de marzo salieron de Saltillo por el camino real que los llevaría por la hacienda de Santa María y aldía siguiente por la de Anaelo, luego de atravesar las aguzadas peñas de la Sierra Madre Oriental. El cansancio los hizo descuidados y perdieron muchas cabalgaduras que habían soltado durante la noche.A la fatiga se sumaron los funestos presagios que creyeron ver en un cometa que apareció en el firmamento y que el buen humor de Juan Aldama no disipó.
Mientras tanto, en Monclova, daba sus frutos unmovimiento contrainsurgente dirigido por Ignacio Elizondo, un capitán de milicias presidiales. Aprovechando que el gobernador insurgente de Coahuila, don Pedro Aranda, era muy afecto a la bebida y ala fiesta, Elizondo lo puso preso con su guardia tras una parranda; nada pudo hacer Aranda por defenderse ni por detener el avance los principales caudillos rebeldes que se dirigían a ese lugar.
Conhabilidad, Elizondo preparó todo de tal manera que la situación continuara en calma y no despertara sospechas. Mandó a varios hombres al encuentro de Allende para ofrecerle ayuda y guía por eldesierto, asegurándole que en Acatita de Baján encontrarían agua suficiente. También mandó aconsejarles que para dar tiempo a que las norias recuperaran su nivel de agua, el ejército no se presentara todo...
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