Lobo, que llegó al poder en unas elecciones tras el golpe militar que destituyó a Manuel Zelaya en 2009, explicó que las nuevas metrópolis, situadas en la costa, tendrían una extensión de 1.000 kilómetros cuadrados (en comparación, Madrid ocupa algo más de 600) y se regirían por "reglas especiales" para permitir "que la inversión fluya sin ninguna restricción y haya confianza".El proyecto fuesaludado, entre otros, por The Economist, que llegaba al extremo de sugerir que tales ciudades podrían llegar a tener su propia moneda y la democracia sería introducida "gradualmente". Corea del Sur dio dinero para el estudio del proyecto, según la prensa local.Sin embargo, un vistazo a la página web del Congreso hondureño permite apreciar que las pretensiones iniciales se han moderado: los terrenospertenecerán al estado, que los cederá en régimen de arrendamiento; la moneda será la divisa nacional, el lempira; las leyes penales serán las mismas que rigen en todo el país y el 90% de los empleados deberán ser hondureños."Honduras mantiene soberanía total e ininterrumpida sobre todo el territorio nacional, sea ciudad modelo o no", se insiste en la información facilitada por la Cámara.Aún así,a Lobo le han llovido las acusaciones de "traición a la patria". El término "república bananera", que se aplicó a Honduras cuando su economía estaba contralada por empresas fruteras estadounidenses, ha vuelto a sonar en el país.El analista político Raúl Pineda, en declaraciones a Efe, ha calificado estas ciudades de "estado pequeño, pero más fuerte que el propio Estado nacional".El partido deZelaya, Libertad y Refundación, habla de "abominación a la patria", mientras el Comisionado de los Derechos Humanos cree que "si se quiere tener un país desarrollado debe ser todo el país, no zonas privilegiadas".El relator especial de las Naciones Unidas para la promoción y la protección del derecho a la libertad de expresión y de opinión, Frank La Rue, que visitó el país en agosto, advirtió queestas ciudades eran "una violación (...) a la garantía de respeto, promoción y protección de los Derechos Humanos que tiene el Estado con la población en su territorio".La prensa hondureña, además, duda que detrás de las firmas solemnes y de los "expertos" extranjeros se encuentre una financiación real. Según revela el periódico hondureño El Heraldo, que se queja de no haber tenido acceso al acuerdode entendimiento, no está claro que la inversión esté comprometida.Oposición de la minoría garífuna Mención aparte merece la situación de la etnia garifuna, descendientes de esclavos africanos e indios caribes. "La ciudad implica la desaparición de 24 comunidades garifunas, que son nuestro santuario cultural. Las especulaciones territoriales se han incrementado a partir del golpe de estado del año2009", explica, por correo electrónico, Miariam Miranda, coordinador general de OFRANEH, la organización que representa a esta etnia.OFRANEH, ha presentado un recurso de inconstitucionalidad (en total se han presentado 17 de estos recursos) y acusa al Gobierno de "subastar franjas del territorio nacional al capital extranjero".Los garifunas tampoco creen que el proyecto solucione el desempleo. "Esfactible que se den algunas inclusiones como mano de obra barata para la construcción de la infraestructura" - explica Miranda - "Tomando en cuenta la propaganda que se ha venido dando, las RED necesitarán personal cualificado, ya que no es precisamente un parque industrial. Se habla de nanotecnología y biotecnología entre otras [industrias], además de una población fluida en inglés".Una "nuevasolución" para el crecimiento Con el 60% de su población por debajo del umbral de la pobreza y la tasa de homicidios más alta del mundo (91.6 por cada 100.000 habitantes en 2010, según la Oficina de la ONU sobre las Drogas y el Crimen), la perspectiva de una vía rápida para alcanzar la prosperidad es tentadora.La idea proviene de Paul Romer, profesor en la Escuela de Negocios Stern en la...
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