Locke
Las condiciones mundiales han cambiado sustancialmente desde los primeros años sesenta. Cambio que va a consolidarse una década después. Por una parte, la reducción de la tensiónpolítico-militar gracias a la distensión se combina con nuevas realidades (crecimiento económico de Europa Occidental y Japón, etc.) y evidencia problemas (nuevos o formulados): el desequilibrio Norte-Surconvertido en tema de la agenda internacional, la crisis energética, etc.)
La suma de todos esos elementos (distensión político-militar, activismo de los países del Sur en las instanciasinternacionales e inestabilidad del sistema económico) da lugar a una serie de preguntas para las que el paradigma realista (centrado en la dimensión político-militar del estado) no tiene respuesta. De ahí lascríticas al mismo, basadas en su incapacidad para explicar el mundo de la distensión. En ese espacio de “insatisfacción teórica” y de crítica al realismo dominante hay que situar la formulación enlos años sesenta y setenta de los otros dos paradigmas anunciados: el transnacionalismo y el estructuralismo. Si los realistas tenían una finalidad precisa (explicar el comportamiento de los estados)ahora nos encontramos con otras dos finalidades que van a motivar a transnacionalistas (explicar los acontecimientos mundiales) y a estructuralistas (explicar por qué existen tales diferencias a nivelmundial entre ricos y pobres). Las finalidades de ambos paradigmas comportarán sus opciones ideológicas. Así, el transnacionalismo es una visión típicamente occidental o “indústrialo céntrica” delmundo, de base liberal.
El paradigma transnacionalista recibe otras denominaciones (interdependencia, globalismo, sociedad mundial o pluralismo). Cada una de ellas pretende destacar una dimensión...
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