Lolitas
MEXICO.
FACULTAD DE ARTES PLÁSTICAS.
PROTOCOLO.
VERDE QUE TE QUIERO VERDE.
“El juego de la seducción.”
PRESENTA: Ma. Guadalupe Hernández González.
Asignatura: Seminario Semántico.
Toluca Méx. A 07 de junio de 2010.
Introducción
“Pero yo odiaba a mi padre, y odiaba ser una niña buena,
¡lo odio!, estoy hartade mantenerme limpia,
quiero arruinarme, quiero “sentirme sucia””
(Misato Katsuragi. NEON GENESIS EVANGELION)
“Verde que te quiero verde” es un proyecto que nació de un ejercicio de collografía. El uso de hojas de tomate para generar una imprimatura de textura me fascinó; las nervaduras de las hojas, la forma en que éstas dejaban sus huellas sobre el papel. La forma que la placa adquiríacon el óleo de la impresión no era sólo un objeto, era una puerta que me remitía momentos pasados; cuando olía la tierra mojada o el aroma de un chocolate caliente.
Ese sentimiento de humedad y recuerdos difusos… ¡Tomates verdes fritos! Sí, ese era el título de la única película que recuerdo de mi infancia; dos mujeres cocinando para el marido de una de ellas.
Humedad, vaguedad y humo eran elmismo sentimiento. La placa no era más que hojas verdes manchadas con el sepia del óleo; parecían cubiertas de lodo, similares al cuerpo del hombre que se mezclaba en el fondo de la olla con los tomates.
Tomates. Eran ellos la unión entre la obra y la película, metáforas armadas de sensaciones ocultas que eran desenterradas por ese recuerdo; el que me envolvía en un vértigo de vientre ymariposas en las entrañas… mujeres, mujeres que alimentaron ese día a los viajeros con el hombre; víctimas convertidas en victimarias.
Verde… verde… ¡Verde que te quiero verde! (García Lorca, 2001) Llegó así, sin más. El título de aquel poema, más que una sugerencia, una bofetada; y de nuevo la metáfora de otra pasión, de esa pasión de juventud por juventud, de narciso por su rostro (Lipovetsky) debelleza por belleza; esa doble petición o exigencia. El deseo por el verde más verde, por la juventud más joven, por la belleza más bella; una petición que no nace de la posesión sino del deseo, de ese deseo por aquello que carecemos.
No deseamos lo que poseemos, si no lo que carecemos; quién desea la frescura más que lo marchito, quién anhela el color más que lo opaco, quién añora la juventudsino aquel que la ha perdido.
Lolita llegó como una respuesta a esta interrogante. Lolita es esa petición encarnada, ese objeto de deseo, de lo más por lo más. Lolita no debe ser encasillada en las tribus suburbanas nacidas en el Japón[1]; es más bien un estereotipo del modelo narcisista heredado de la necesidad posmoderna de una híperrealidad que suprime las realidades para no ponerlas enriesgo (BAUDRILLARD).
Y comienza la búsqueda, la de los rostros de Lolita, y le encuentro laberinto; pues no es su ropa, ni su medio, no es su rostro o sus rostros, no es su edad, ni su falta de ésta ¿Qué es entonces Lolita?… le llevo a la estampa para hallar respuesta.
Dibujo niñas rodeadas de iconografías sexuales. Lolita se columpia despreocupada sobre falos que aparentan ser flores, que sonun campo minado. Lolita es aquí, sobre la litografía; apenas un dibujo caricaturizado y sin rostro. Lolita juega con nosotros y la percepción nuestra. Lolita sonríe mientras oculta la mirada. Lolita es apenas una tarjeta sobre la que se ha eyaculado. Lolita es joven y verde, pero no tiene rostro, aún. No conozco a Lolita pues para ello necesito tocarle.
“Esta si es hueso de mis huesos
ycarne de mi carne” (Gen 3; 23a)
Lolita se hace realidad. Transgrede la esfera platónica en que le había concebido y se hace muñeca –nueva metáfora- otro rostro. Lolita es ahora una muñeca de trapo con caracteres infantiles, tiernos; connotaciones de orientación sexual. Lolita es un consolador. Se convierte en ese vacío que llena otro vacío; ese hoyo entre las piernas revestido de moños y encajes....
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