LOLO
Yo soy, dice la luz. Sin predicado alguno. Es la pura existencia: el acto de existir en el que se apoya; la fuerza de la vida –más que el agua- que asume todo origen.Fiat lux es la orden que pone en marcha la creación entera. Y cualquiera otra creación: no solo la del génesis sino la reiterada y personal de cada hora. Se trata de un proceso de respiración, de unasístole y una diástole que mantiene el milagro del mundo.
(También de otro, porque, si el paraíso no es la luz, ¿Qué será?)
La luz es la unidad que no desaparece ni se diluye en relación alguna: atodas las sostiene con una mano diáfana. Y cuando, a una primera y deficiente vista, desaparece, es solo que se cubre con un paño de sombras para no deslumbrar, igual que el cielo, en el atardecer, unasde sus nubes fucsias, moradas, rosas, para que resalten su verde, su amarillo, sus azules.
De tal manera la luz es la pintura que su presencia determina el cuerpo de ella, mesclada con la propiacorriente de su dinámica y su desenvolvimiento. De manera que ya es indiscernible la conciencia de la una y la otra.
La imaginaria ausencia de luz es una circunstancia, también imaginaria, de laintima vinculación: un estado, como de noche, nos rodea de secretos; un estado que proporciona profundidad e intensidad tangibles. Una intensidad y una profundidad que no solo son sino fugasesvislumbres de luz con el fin de que creamos estar solos...
El sentimiento de la fotografía no es preciso buscarlo: está ahí, en la luz, como algo dado. Como si lo produjese la fuerza de su procedencia. Yaflora a la superficie del color con la exhalación calma o terrible de una ola.
La fotografía no es más que el desposorio con la luz, un desposorio en que la luz acepta ser manejada, no dominadacomo sucede en otras artes. Acaso lo que tienen en común todas ellas sea que caudaloso rio de la realidad, al percutir en quien lo ejerce, hace saltar la deseada chispa, distinta en cada una....
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