lololo
los ciento por los caminos, que a nadie dejen pasar;
doscientos iréis conmigo para con elrey hablar;
si mala me la dijere, peor se la he de tornar.
Por sus jornadas contadas a la corte fue a llegar:
-Dios os mantenga, buen rey, ya cuantos con vos están.
-Mal vengades vos, Bernardo, traidor, hijo de mal padre,
dite yo el Carpio en tenencia, tú tómaslo en heredad.-Mentides, el rey, mentides, que no dices la verdad,
que si yo fuese traidor, a vos os cabría en parte;
acordáseos debía de aquella del Encinal,cuando gentes extranjeras allí os trataron tan mal,
que os mataron el caballo y aun a vos querían matar;
Bernardo, como traidor, de entreellos os fue a sacar.
Allí me diste el Carpio de juro y de heredad,
prometísteme a mi padre, no me guardaste verdad.
-Prendedlo, miscaballeros, que igualado se me ha.
-Aquí, aquí los mis doscientos, los que comedes mi pan,
que hoy era venido el día que honra habemos de ganar.
Elrey, de que aquesto viera, de esta suerte fue a hablar:
-¿Qué ha sido aquesto, Bernardo; que así enojado te has?
¿Lo que hombre dice de burlade veras vas a tomar?
Yo te dó el Carpio, Bernardo, de juro y de heredad.
-Aquestas burlas, el rey no son burlas de burlar;
llamásteme detraidor, traidor, hijo de mal padre:
el Carpio yo no lo quiero, bien lo podéis vos guardar,
que cuando yo lo quisiere, muy bien lo sabré ganar
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