Lombri
Sarahi
Yo soy de la península de yucatan de la hacienda henequenera san Juan, mujer de un esclavo y madre de tres hijos, yo señor juez y señores jurados vengo a declarar, para quese haga valer la ley .
Señores del jurado vengo a decirles la vida inumana que llevababamos en esta hacienda, es una verdadera esclavitud humana. Hombres, mujeres, jóvenes y niños comprados yvendidos como mulas, ¡¡exactamente como mulas!! y como tales pertenecen a sus amos: somose esclavos.
La vida alla dentro es muy difícil, pues les contare
Mi esposo tiene que trabajar demaciadas horasdesde que canta el gallo a las 5:45 de la mañana hasta que se obscurece el sol, el labor principal de la hacienda consiste en cortar las hojas de henequén y limpiar el terreno de las malas hierbas quecrecen entre las plantas. A cada esclavo se le señala como tarea cierto número de corte de hojas o de plantas que tiene que limpiar, y la tendencia del patrón es fijar cuotas tan altas que el esclavose vea obligado a llamar a su mujer y a sus hijos para que le ayuden; de esta manera, casi todas las mujeres y niños de la hacienda pasan una parte de la jornada en el campo. Las mujeres solterasestán todo el día en el terreno de labor, y cuando un muchacho llega a los doce años, se le considera ya hombre de trabajo y se le fija una cuota que tiene que cumplir por sí solo. Los domingos notrabajan los peones para su amo; pasan el tiempo ocupados en sus huertos, descansan o se visitan. Los domingos son los días en que los muchachos y muchachas se tratan y hacen sus planes para casarse. A vecesse permite a los peones que salgan de la finca para visitar a los esclavos del vecino; pero nunca se les autoriza a casarse con gente de otras haciendas, porque eso ocasionaría que uno u otro de lospropietarios tuviese que comprar a la mujer o al marido, lo cual crearía dificultades.
Mi esposo me conto que solo una vez le daban de comer, lo cual su comida era frijoles, tortrillas y pescado...
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