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A los 12 años –edad en la que un niño, por lo general, estudia la geografía colombiana– Yeison ya había empuñado fusiles, matado tres veces, visto secuestrar e incluso descuartizar. Una historia que representa a entre 8 mil y 14 mil menores colombianos que muchas veces son forzados a integrar grupos armados ilegales. “Me obligaban a tomar sangre humanamezclada con pólvora para vencer mis miedos… y los vencí Cauca. Nunca jugó con pistolas de agua, pero conoció las que matan, las pesadas, las artesanales, las que son utilizadas para generar terror “, Hace pocos días cumplió 17 años, pero desde pequeño ha sido un combatiente y está entrenado para matar. Lleva 10 meses por fuera de la guerrilla, pero recuerda los 5 años que estuvo en su interior. Notiene cédula, ni siquiera el derecho a comprar alcohol o cigarrillos, pero se permitió matar más de una vez en la sombra de la ilegalidad en las espesas selvas colombianas. Sus padres eran cultivadores de coca y es el menor de 4 hermanos.
A la vereda donde vivían Yeison y su familia, en una zona apartada del Cauca, solo se llega en lancha o chalupa. Allá se negocia con gasolina o con coca. Es eltrueque usual en zonas aisladas y selváticas de ese departamento. Zonas en donde sembrar coca no es una opción, es lo único. La necesidad es conseguir dinero a como dé lugar para comprar arroz, fríjoles, papa y lentejas. No hay alternativa, lo prioritario y urgente es sobrevivir.
A los 12 años –edad en la que un niño, por lo general, estudia la geografía colombiana– Yeison ya había empuñadofusiles, matado tres veces y descuartizado. A los niños nos tienen atrapados una vez ingresamos a la guerrilla, juramos vencer y nos enseñan que tenemos que morir luchando, asegura Yeison.
A las 6 de la mañana los niños ya cargan sus fusiles: le madrugan al conflicto, los combates no dan espera y cuando amanece el riesgo es mayor que en la noche. Desayunan cuando hay con qué, almuerzan cuando se puede ypensar en cenar es casi una utopía.
–Un día para un niño en la guerrilla (ver video) es como un día para un soldado del Ejército, pero al revés, me dice Yeison.
–¿Cómo así?, le pregunté.
–Pues sí, el entrenamiento es igual o peor, pero nosotros huimos y ellos nos persiguen, esa es la diferencia. Es como el juego del gato y el ratón.
–¿Y qué se siente estar inmerso en un conflicto armado a tantemprana edad?, le pregunté.
–La edad es lo de menos. Casi todos ingresan a las filas a temprana edad (ver video). Nos enseñan que el entrenamiento de un guerrero debe ser fuerte y extenuante para que la guerra sea un descanso y eso es lo que importa. Nos decían que nos cuidáramos de los bombardeos, porque sabíamos que por tierra siempre íbamos a ganar nosotros. Las normas en la guerrilla sonclaras y no cumplirlas es condenarse a muerte, es un suicidio. Cesó la horrible noche
Yeison nunca olvidará la fecha: 13 de junio de 2010. Era el día de la guerra, pero también de la libertad.
–Estábamos durmiendo en el campamento, narra Yeison emocionado. Yo calculo que eran las 2 de la mañana, usualmente esa es la hora más fría de la noche en la selva. Yo quería ‘volarme’ desde hace rato. Estaba‘mamado’ de aguantar hambre, de las picaduras de mosquitos y aparte de eso sabía que el Ejército tarde o temprano nos iba a bombardear. En la guerrilla uno no come bien, no duerme bien, no vive bien: la preocupación es constante y permanente, el miedo es un compañero más de ‘cambuche’.Efectivamente el día llegó: escuchamos que se acercaban unos aviones, no los podíamos ver, pero supimos deinmediato que eran peligrosos. Todos en el campamento se despertaron y dieron la orden de evacuar e ir a la guardia, que significa estar listos para lo que sea. Yo estaba ‘paniqueado’ y cuando menos pensé estaba corriendo a mil. ¿Para dónde voy? No sé, ¡pero me largo de aquí!
–¿Y qué pasó después?, pregunté sin ocultar mis ansias de conocer la respuesta.
–Boté el fusil, me quité la ‘gorra’, llegué a...
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