Lorena Arenas
Supongo que hasta aquí llega mi costumbre de escribir lo que siento para hacer sentido, siendo este mi última carta para ti, pero ya no importa, es mi forma de despedirme.No logro disimular mi tristeza profunda ni mi dolor por mucho tiempo cosa que debo empezar a hacer mejor, sabes que no me gusta mostrar mis vulnerabilidades en público, pero más allá de eso quierodespedirme, y hacerlo bien.
Te pido perdón por las veces que fui una niña inmadura, en las que deje que mi cuerpo actuara antes de mi cerebro y te hice sentir mal, prometo que nunca fue mi intensión.Te pido perdón por no ser de una familia como la de Mariana y ser socialmente aceptable en tu círculo de conocidos, pero es algo que no puedo cambiar, soy lo que soy. Y aunque reclamas que esas cosasno importan, sé que en el fondo fue un factor importante para la decisión que tomaste ayer, no estoy reclamando nada ni mucho menos, simplemente estoy reconociendo las cosas como creo que son.
Teperdono por las cosas no tan buenas que hiciste, no quiero recordártelas ni recordarlas, pero puedes dormir tranquilo te perdono desde el fondo de mi corazón y mi alma. Eso hacen las personas que aman,lo hacen sin condiciones y perdonan siempre.
Y finalmente te agradezco por enseñarme y darme tanto durante estos dos años, te agradezco por enseñarme lo valioso de Achtung Baby y mostrarme loromántico de lanzar bolitas de nieve a quien amas con locura en Central Park. Gracias por poner Damien Rice los sábados en la mañana para mi placer, siempre pensé que fue un detalle hermoso que nuncaolvidare. Gracias por abrazarme los sábados en la noche y entender que no soy mucho de salir y prefiero compartir tiempo con quien quiero. Gracias por regalarme las noches más hermosas y llevarme al...
Regístrate para leer el documento completo.