Los 7 Pecados Capitales La Soberbia
Había conseguido engañar a todo el mundo menos a mí misma; estaba colada, “coladita” hasta el fondo por ese hombre tan especial, con una personalidad y una palabra que de verdad mehacía su prisionera y cautiva cuando estaba frente a él, y no entendía muy bien su rechazo; yo era empresaria, no estaba en mi mejor momento, como todo el mundo ahora, ya que con esta maldita situaciónalgunos meses no sacaba ni para gastos, y encima al trimestre venía otra vez Hacienda con el pago del IVA; pero todavía me quedaba para café y siempre que entraba a la Cafetería hacía notar mi presenciacon un tono elevado de voz: “pon un café, dale a la máquina del tabaco y cóbrame”… ¿qué haría primero? Misterio. Y es que lo hacía todo igual en mi vida, o por lo menos hasta ahora siempre había sidoeste mi modo, mi manera…
No lo he dicho todavía…, tengo una empresa de Reformas para el Hogar, y eso me permite tener trabajando a muchos hombres conmigo (que se pagan ellos el autónomo), que sicerrajeros, electricistas, carpinteros… así puedo ir tirando porque el Pago a la Seguridad Social por trabajador es tan brutal que resulta imposible contratar a alguien en nómina con la ridícula ventaque hay, y como las Compañías de Seguros para las que trabajo funcionan en Contabilidad “A”, tengo que tener todo en regla; bueno…, hoy ya no vendía una escoba, ni una Cocina, ni casi nada y miambición de que con la crisis mi empresa se cargara las de la competencia (porque al principio, en 2007 disfrutaba cuando veía a otros bajar persiana), hacía ahora que me tragase mis propias palabras: “lascrisis limpian y sanean los mercados” y -ilusa de mí-, nunca podría haber imaginado que me quedaría sin clientes y que el mercado me barrería y acabaría conmigo.
Esta altitud muy altiva es la quepredomina en mi vida privada; siempre visto cara, de marca; los viernes a la peluquería, si no tengo efectivo, pago con la VISA; no salía de casa sin arreglar, y me encantaba ir por la calle...
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