Los Adolescentes

Los y las adolescentes que comienzan el siglo XXI son, sin duda muy diferentes que los y las de generaciones anteriores y, paradójicamente, muy semejantes a ellos y ellas.
Descubrir las semejanzas y diferencias es quizás la tarea más necesaria y productiva para poder comprenderlos, comprenderlas e interactuar con ellas y ellos.
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La adolescencia surge enel siglo XVII como un fenómeno de sectores medios urbanos que, no pudiendo dejar herencia a todos sus hijos e hijas, crean un espacio, una moratoria en la que no se les pedirá nada, a cambio de que se formen para el futuro.
Así surge la posibilidad de hacer una profesión para tener un medio de vida, especialmente en los varones. La mayoría de ellos heredarían los bienes familiares, las mujeres secasarían o irían a la iglesia, los varones menores podrían estudiar una carrera, ser religiosos o militares. Desde entonces hasta mediados del siglo XX la adolescencia fue una época difícil  en la que estos jóvenes mostraban rebeldía contra los modelos familiares, discutían por sus propios ideales, estructuraban valores a menudo diferentes. Eran mal tolerados por ser apasionados, desordenados, seesperaba que en algún momento “sentaran cabeza” y se acomodaran al ideal adulto que presidía la sociedad. Ellos mismos, (incluyendo las mujeres) los y las jóvenes sentían angustia por transitar una época en la que no eran mimados/as como niños/as ni aceptados/as como adultos, en la cual su expectativa en lograr una cuota de poder estaba en duda. Para lograr lo que querían debían hacer esfuerzos ylo aceptaban ya que habían sido educados/as en un mundo de mucho esfuerzo y poca o ninguna gratificación. Todos esto cambiaría a partir de los años 50 y 60. Dos guerras mundiales destruyeron no pocos ideales, dejaron enorme cantidad de muerte y destrucción. Se sale de ellas, en Europa con una enorme cuota de escepticismo, de falta de confianza en el futuro, de poca capacidad para hacer esfuerzo yno obtener placer. Obtener gratificaciones en el corto plazo, pasa a ser un logro muy deseado. ¿Cómo postergarlo, cómo hicieron las generaciones anteriores, si se corre el riesgo de otra guerra que no permita luego disfrutar de nada? El lema hippie de los 60: hacer el amor no la guerra, deja claramente expresada esta postura.
            Las guerras terminaron con muchas vidas, pero sobretodosmataron al hombre del siglo XIX, ese exponente de adulto que reinaba en la familia, que tenía todos los derechos cívicos, que disponía de los bienes familiares, que tenía la última decisión sobre todo, que imponía castigos, que definía las normas en la familia. Ese modelo hegemónico venía siendo cuestionada por mujeres y jóvenes desde antiguo, pero a partir de la segunda guerra mundial cae enpicada dejando, naturalmente un enorme vacío. Y ese vacío lo cubren en parte, las mujeres que aparecen en el escenario social reclamando igualdad de derechos, pero también lo ocupan los y las jóvenes, a veces con mejores posibilidades que sus madres portadoras de fuertes prejuicios. Los y las jóvenes que crecen sin figuras paternales fuertes, son generaciones de posguerra, los Beatles, aquellos que sepropondrán terminar con la brecha generacional, llevar a la adolescencia a escena y no bajarla de ella. La cenicienta de la vida, esa etapa que nadie amaba, aparece convertida en princesa. Se idealiza a la juventud como modelo de belleza, de espontaneidad, de creatividad, de una suerte de sabiduría natural que los/as adultos, lejos de mejorar, podríamos llegar a arruinar. La industria los/asdescubre rápidamente y se ocupa de producir para ellos/as todo lo que puedan desear y más. Los medios los y las divulgan como el ideal social.
La caída del modelo del hombre del siglo XIX, no solo deteriora la imagen del varón, del cual no se ha repuesto todavía, sino de los/as adultos en general. La adultez se diluye por un lado mimetizándose con la adolescencia, por otro identificándose con la...