Los Bárquidas en la península Ibérica

EL TRASFONDO MEDITERRÁNEO: EL FINAL DE LA PRIMERA GUERRA PÚNICA


EL FIN DE LA GUERRA Y SUS CONSECUENCIAS

La Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.), como señala Montenegro Duque (1972: 378), tuvo por escenario principal Sicilia y los mares que la confinan. Las legiones romanas se impusieron desde un primer momento en la lucha que tuvo lugar en tierra firme. Pero del mismo modo, Roma tambiénconsiguió por mar vencer reiteradamente a al poderosa flota cartaginesa.

Los ejércitos consulares operaron en Sicilia bajo el mando de los procónsules, mientras que los cónsules llevaban a cabo una política de colonización de la Etruria meridional, región en la que desde antiguo se centraban los intereses de la nobilitas conservadora, al tiempo que se consagraba el menor esfuerzo humano yeconómico posible para la guerra contra Cartago, lo que significaba que la flota no era reconstruida. Los cartagineses, dirigidos ahora por un general emprendedor e inteligente, Amílcar Barca, comenzaron a recuperar las posiciones que habían perdido en Sicilia, poniendo en práctica audaces incursiones que le valieron a aquél el sobrenombre de el Rayo, mientras que los navíos púnicos hostigaban lascostas de Italia (Wagner, 1999: 624).

Ante el cariz que iban tomando las cosas, en Roma se decidió finalmente la construcción de una nueva flota. La superioridad naval de los cartagineses era incuestionable y la reciente experiencia demostraba que mientras Cartago se mantuviera dueña de los mares no se podía soñar con una victoria romana definitiva. La política inspirada durante estos años por losFabios encaminada a mantener las posiciones de Roma en Sicilia y a prolongar el conflicto hasta que por desgaste del adversario se llegara a una convención digna que pusiera fin a la contienda había fracasado. No se había previsto la ofensiva desencadenada por Amílcar que recuperaba posiciones y no se mostraba proclive a solicitar la paz. El paso de una política meramente defensiva a un verdaderocontraataque por parte de los cartagineses desvanecía las esperanzas de llegar a un acuerdo que no fuera desventajoso ni deshonroso para Roma.

Es en este contexto en el que la facción procampana decidió realizar un último esfuerzo. Según Polibio no había reservas en el tesoro público para construir una nueva flota. Fue entonces cuando algunos grandes ciudadanos de Roma decidieron sufragar losgastos por su propia cuenta, con la condición de que les fueran reembolsados si las operaciones se desarrollaban con éxito, según ellos mismos preveían. Probablemente los procampanos, que habían dirigido la guerra hasta el desastre de Drepano, consiguieron imponer de nuevo su punto de vista ante un Senado y un pueblo descorazonados por la duración del conflicto y la imposibilidad de ponerletérmino.

La nueva flota fue encomendada al mando del cónsul del 241 a. de C., C. Lutacio Cátulo, que obtuvo un resonante triunfo echando a pique un convoy militar enviado por Cargado en las islas Egetes. Esta victoria romana en el mar habría de marcar el fin de la guerra, al que se llegó poco después, en unas condiciones, que si bien fueron algo más moderadas que las que años atrás había exigido Réguloen África, que pedía la entrega de Cerdeña y la reducción de la flota y el ejército de Cartago a una fuerza auxiliar puesta al servicio de Roma, no dejaron de exasperar a Amílcar, quien pensaba que la guerra aún podía ganarse y a quien tocó la triste suerte de representar a su gobierno en un armisticio no deseado por él.
Wagner (1999: 625) explica, mediante un texto de Polibio, que la paz sefirmó finalmente en los siguientes términos:

«La amistad se concluye entre Cartago y Roma bajo las siguientes condiciones: Cartago evacuará toda Sicilia, no hará la guerra a Hierón y no tomará las armas contra Siracusa, ni contra sus aliados. Cargado devolverá todos los prisioneros a Roma sin rescate y deberá satisfacer una indemnización de guerra de dos mil doscientos talentos euboicos...