Los caminos de la formación del sintoma
Si estas regresiones no despiertan la contradicción del yo, tampoco sobrevendrá la neurosis, y la libido alcanzará alguna satisfacción real, aunque no una satisfacción normal. Como ustedes ven, la escapatoria de la libido bajo las condiciones del conflicto es posibilitada por la preexistencia de fijaciones. Hacia ellos, por tanto, revierte lalibido. Ahora bien, la experiencia analítica nos obliga sin más a suponer que unas vivencias puramente contingentes de la infancia son capaces de dejar como secuela fijaciones
de la libido. Resumamos entonces el juego de las relaciones en un esquema:
(Ver nota(124))
Causación de = Predisposición por + Vivenciar accidental
la neurosis fijación libidinal (traumático) [del adulto]Constitución sexual Vivenciar infantil
La constitución sexual hereditaria nos brinda una gran diversidad de disposiciones, según que esta o aquella pulsión parcial, por sí sola o en unión con otras, posea una fuerza particular. Detengámonos ahora en el siguiente hecho: «la indagación analítica muestra que la libido de los neuróticos está ligada a sus vivencias sexuales infantiles. Así parece conferir aestas una importancia enorme para la vida de los seres humanos y las enfermedades que contraen. Es que a la importancia de las vivencias infantiles debemos restarle lo siguiente: la libido ha vuelto a ellas regresivamente después que fue expulsada de sus posiciones más tardías. Es indudablemente correcta la observación de que la investidura libidinal -y por tanto la importancia patógena- de lasvivencias
infantiles ha sido reforzada en gran medida por la regresión de la libido. El estudio de estas neurosis infantiles nos precave de caer en más de un peligroso malentendido acerca de las neurosis de los adultos, así como los sueños de los niños nos han dado la clave para comprender los de los adultos (ver nota(126)). Y bien; las neurosis de los niños son muy frecuentes, mucho más de lo que sesupone. Pero, como dijimos, hay casos en los que esa neurosis infantil prosigue sin interrupción alguna como un estado de enfermedad que dura toda la vida. Todavía no hemos podido analizar sino unos pocos ejemplos de neurosis infantiles en el propio niño -en su estado de neurosis actuales- (ver nota(127)); mucho más a menudo debimos conformarnos con que una enfermedad contraída en la vida adultanos permitiera inteligir con posterioridad la neurosis infantil de esa persona. Estas circunstancias poseen cierto interés para una pedagogía que se proponga precaver las neurosis mediante una intervención temprana en el desarrollo sexual del niño. Pero ya sabemos que las condiciones de la causación son complicadas en el caso de las neurosis, y es imposible influir sobre ellas tomando en cuenta unfactor único. Volvamos ahora a los síntomas. Hace mucho que sabemos que el neurótico quedó adherido a algún punto de su pasado (ver nota(129)), ahora nos enteramos de que en ese período su libido no echaba de menos la satisfacción, y él era dichoso. La modalidad de satisfacción que el síntoma aporta tiene en sí mucho de extraño. Esta mudanza es parte del conflicto psíquico bajo cuya presión...
Regístrate para leer el documento completo.