Los Combates De Mariategui
Néstor Kohan
El pensamiento de José Carlos Mariátegui (1894-1930) constituye el vértice más alto en la larga marcha histórica del marxismo latinoamericano. Su obra ha sido parangonada con la de Antonio Gramsci o la de Walter Benjamín. Contra cualquier sobresalto previsible de un lector poco informado frente a semejante comparación, debemos apresuramos aaclarar que ninguna de estas dos analogías es exagerada. Como sucede igualmente con Gramsci y con Benjamín, el carácter abierto del marxismo de Mariátegui le permitió contrastarlo productivamente con lo más alto de la cultura contemporánea de su época, posibilitando de este modo incorporar a su corpus teórico lo más avanzado de aquellos "radicales" años 20.
La bibliografía sobre Mariátegui esdescomunal. En los últimos años se ha experimentado incluso cierto revival de su obra que no deja de hacerle finalmente justicia, si tomamos en cuenta que durante décadas fue silenciado por el stalinismo, corriente hegemónica en nuestro continente desde mediados de los años 30 hasta por lo menos 1960 y que en el Perú tuvo a su frente durante los 30 al stalinista Eudocio Ravines, oscuro personaje quedespués de hartarse de luchar contra la herencia mariateguiana -calumnias incluidas- se convirtió en un furioso anticomunista.
En este pequeño ensayo intentaremos entonces recortar de su trayectoria político-intelectual determinados ítems políticos, apuntando a reconstruir los presupuestos filosóficos que operaron como telón de fondo en sus combates ideológicos.
Más allá de los conocidosavatares de su propio itinerario biográfico, de su "edad de piedra" -como él denominó a su período juvenil-, de su viaje a Europa (1919-1923) y de su reinserción en el Perú de los años 20, Mariátegui inicia un viraje que excederá de lejos la mera experiencia personal. La curva de variación de su itinerario individual repercutirá ampliamente en el marxismo continental en su conjunto.
Comencemosentonces señalando que ese viraje radical encuentra al amauta peruano rompiendo políticamente amarras con la socialdemocracia y el populismo, polemizando con el incipiente stalinismo y cuestionando duramente el maridaje filosófico de socialismo y positivismo. Si se pretenden rastrear las líneas fundamentales de ese viraje, indefectiblemente debe focalizarse la mirada en el denso espacio deconfrontación donde se cruzan la política y la filosofía. Intentaremos, entonces, comenzar por sus polémicas y discusiones políticas para luego remontarnos a sus condiciones de posibilidad teóricas. Nuestra mirada, como ya aclaramos en el prólogo de este libro, no pretende ser meramente descriptiva. No nos interesa disecar a Mariátegui despojándolo de aquella dimensión -la política- que él probablementemás amara en el ejercicio de su actividad teórica.
Múltiples son los puntos cronológicos que condensan la experiencia vital de Mariátegui, antes y después de su viaje a Europa. De todos ellos tomamos como centro nodal el bienio 1928-1929, la etapa de su madurez, pues allí se realiza la consumación polémica de las líneas de reflexión que Mariátegui venía pacientemente desarrollando aun antes de ira Italia.
En ese breve lapso dos polémicas paradigmáticas encuentran al amauta como protagonista e inspirador: por un lado -coincidiendo con Mella-, la que lo separa definitivamente del apra y de su principal dirigente, Haya de laTorre, y por el otro, aquella que en el seno del comunismo latinoamericano lo diferencia de la línea oficial de la iii Internacional expresada por VictorioCodovilla. Ambas disputas manifiestan en el orden político la maduración y explicitación de diversas perspectivas teóricas que Mariátegui venía investigando y experimentando, y que pasarán a partir de esa época a formar definitivamente parte de su original configuración ideológica.
CRÍTICA DE LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL REFORMISMO
No debemos pasar por alto el hecho de que para poder llegar a...
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