los condenados

Páginas: 14 (3338 palabras) Publicado: 20 de diciembre de 2013
EL CUERPO DE LOS CONDENADOS


Damiens fue condenado en 1757 a “pública retractación ante la Iglesia de París”. Había cometido parricidio (considerado contra el rey, a quien se equiparaba al padre). Fue brutalmente torturado (atenaceado, quemado). Finalmente, se lo descuartizó. Fue una operación muy larga, y no bastando esto, fue forzoso para desmembrar los muslos, cortarle los nervios yromperle a hachazos las coyunturas. Los restos fueron quemados.
El castigo ha cesado poco a poco de ser teatro. El rito que “cerraba” el delito se hace sospechoso de mantener con él turbios parentescos: de habituar a los espectadores a una ferocidad de la que se les quería apartar, de mostrarles la frecuencia de los delitos, de emparejar al verdugo con un criminal y a los jueces con unos asesinos,de hacer del supliciado un objeto de compasión o de admiración. La ejecución pública se percibe ahora como un foro en el que se reanima la violencia. El castigo tenderá pues a convertirse en la parte más oculta del proceso penal. Consecuencias: abandona el dominio de la percepción casi cotidiana, para entrar en el de la conciencia abstracta; se pide su eficacia a su fatalidad, no a su intensidadvisible; es la certidumbre de ser castigado y no ya el teatro abominable. Por esto, la justicia no toma sobre sí públicamente la parte de violencia vinculada a su ejercicio. Es la propia condena la que se supone que marca al delincuente con el signo negativo; publicidad, por tanto, de los debates y la sentencia; pero la ejecución misma es como una vergüenza suplementaria que a la justicia leavergüenza imponer al condenado; mantiene a distancia, tendiendo siempre a confiarla a otros y bajo secreto. Es feo ser digno de castigo, pero poco glorioso es castigar. Lo esencial de la pena que los jueces infligimos no crean Uds. que consiste en castigar; trata de corregir, reformar, “curar”; una técnica del mejoramiento rechaza, en la pena, la estricta expiación del mal, y libera a los magistradosde la fea misión de castigar. Hay en la justicia moderna una vergüenza de castigar. Sobre esta herida, el psicólogo pulula así como el modesto funcionario de la ortopedia moral.
La desaparición de los suplicios es, pues, el espectáculo que se borra; y es también el relajamiento de la acción sobre el delincuente. Se dirá: la prisión, la reclusión, los trabajos forzados, el presidio, la interdicciónde residencia, la deportación son realmente penas “físicas”; a diferencia de la multa, recaen, y directamente, sobre el cuerpo. Pero la relación castigo-cuerpo no es en ellas idéntica a lo que era en los suplicios. El cuerpo se halla aquí como instrumento o como intermediario; si se interviene sobre él encerrándolo o haciéndolo trabajar, es para privar al individuo de una libertad consideradacomo un derecho y como un bien. El cuerpo queda prendido de un sistema de coacción y de privación, de obligaciones y de prohibiciones. El sufrimiento físico no son ya los elementos constitutivos de la pena. Hay una anulación del dolor. El castigo ha pasado de un arte de las sensaciones insoportables a una economía de los derechos suspendidos. Y si le es preciso todavía a la justicia manipular yllegar al cuerpo, será de lejos y según unas reglas austeras. Un ejército entero de técnicos ha venido a relevar al verdugo, anatomista inmediato del sufrimiento: los vigilantes, los médicos, capellanes, psiquiatras, psicólogos, educadores. A la justicia le garantizan que el cuerpo y el dolor no son los objetivos últimos de su acción punitiva. Hoy un médico debe establecer una vigilancia sobre loscondenados a muerte. Cuando se los está por ejecutar, se les inyecta un tranquilizante. Utopía del pudor judicial: quitar la existencia evitando sentir el daño. El recurso a la psicofarmacología se encuentra dentro de la lógica de esta penalidad “incorporal”.
Bajo el nombre de crímenes y de delitos, se siguen juzgando efectivamente objetos jurídicos definidos por el Código, pero se juzga a la vez...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La condena
  • el condenado
  • La era de la condena
  • La condenada
  • condenados
  • Ni yo te condeno
  • Ni yo te condeno
  • Las condenas

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS