Los Condenados
La historia del reino de los cielos y la tierra (y el infierno) está llena de engaños, pero para llevar a cabo la más grande de las mentiras, primero tuvo que haber alguien dispuesto a ser engañado.
Muchas son las injusticias que la divinidad sostuvo a lo largo del arco del tiempo, ninguna tan grande como sus formas de dominación, incuestionables, perfectas, personales. Unade las grandes estratagemas que Dios utilizó para mantener Su Orden universal fue intervenir despiadadamente la vida de un joven judío que recibió atributos divinos, un humano destinado antes de su nacimiento a renunciar a toda su humanidad para aparentar que la vida sólo debía ser sufrimientos. Un huérfano de madre que fue abandonado por su padre en el momento crucial. Ese joven, destinado a moriren la cruz, no fue más que una pieza, como su mismo traidor, quien sufrió infinitamente más que el mismo Jesús. Las penurias del hijo de Dios se reducían a naderías en comparación a las del apóstol Judas Iscariote, porque una tarde soportando la cruz a cuestas era mucho menos terrible que la obligación divina de ser el hombre destinado a traicionar a todos los hombres, como sucedió en aquellatarde del año 33 de la falsa cronología. Pero el verdadero traidor siempre fue Dios, quien engañó desde el principio a todos los hombres. La destrucción de Sodoma, Adma, Gomorra y Seboim, el Diluvio, las pestes, las enfermedades y demás calamidades sólo existían para mostrar lo que sucedía con quienes no respetaban su palabra, y para recordar al hombre la ilusión perversa del paraíso, imagen utópicaforjada sólo para mostrar la naturaleza pecadora
del hombre y la consecuente frustración de jamás poder llegar a alcanzar las puertas del Edén. Sin embargo hubo un ardid anterior a estos, infinitamente más injusto, eternamente más implacable, inimaginablemente más cruel. Hubo un ser (y fue el verdadero artífice involuntario de la monarquía eterna de Dios) que sufrió por culpa de El más quetoda la humanidad, aunque no fuera humano. Los hombres le han adjudicado muchos nombres, entre ellos Lucifer, tal vez su verdadero nombre permanezca oculto, pero ya no su historia. Más que un humano, menos que un dios, fue el primer ángel que desafió el orden absoluto de Dios, el primer ilustre ser divino que no fue un servidor. Aunque naciera con cadenas en sus manos, su corazón no tenía bríos dedocilidad cobarde sino de impetuosa resistencia. Pero su pensamiento rebelde y toda su atrevida ideología ya estaban prefigurados por su falso antagonista, El, el que habita en los cielos. Dios, que arde en sus propios dominios celestiales, no dudó en aparentar convertir a Lucifer en la otra mitad de la balanza por infame apariencia de simetría dual. Su plan divino consistía en fingir una batalla,en construir una farsa para la humanidad, en la que se supusieran dos competidores. Dios había fraguado esta mentira por necesidad, necesidad de liberarse de su única limitación. A pesar de que el poder del Creador era inimaginablemente grandioso, no era absoluto. De hecho, el propio destino de Dios se encontraba atado a un atributo que el ser humano había recibido junto a su creación, y que Diosno había podido evitar, el libre albedrío. Crear una dualidad entre Dios y el Diablo era la única oportunidad del Todopoderoso de poder ser en verdad todopoderoso, porque la mejor forma de convencer a la voluntad misma del hombre de que Dios era el camino a seguir, era
persuadiéndola primero de que otro camino, el de Lucifer, era inaceptable. Todos los demás ardides eran insignificantes frentea éste. Satanás se empeñó en convencer a los humanos de que sintieran su ser y así poder abandonar su condena de azufre, su arma fue el poder, fue la carne, fue la codicia, fue la libertad extrema, en una seductora palabra fue el pecado. Pero su máxima ambición para escapar, no era convencer al ser humano de que Dios le había quitado al hombre todo aquello que lo convertía en hombre, sino...
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