Los Cuatro Amores

LOS CUATRO AMORES: SELECCIÓN DE TEXTOS
C.S. Lewis.

CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN
Así pues, un Amor-necesidad, el mayor de todos, coincide o al menos es uno de los principales componentes de la condición espiritual humana más elevada, más saludable y más realista. De ello se sigue un curioso corolario: el hombre se aproxima más a Dios cuando, en un sentido, es menos semejante a El. Porque, ¿quépodría ser más disímil que la plenitud y la necesidad, la soberanía y la humildad, la rectitud y la penitencia, el poder ilimitado y el clamor por ayuda? Esta paradoja me hizo vacilar la primera vez que se cruzó en mi camino; además, arruinó todos mis intentos anteriores de escribir sobre el amor. Cuando la enfrentamos, el resultado es más o menos como sigue. Debemos distinguir dos cosas que podríanllamarse “cercanía a Dios”. Una es la semejanza con Dios. Supongo que Dios ha impreso una cierta semejanza consigo mismo en todo lo que ha hecho. El espacio y el tiempo, cada uno a su manera, reflejan Su grandeza; toda vida, Su fecundidad; la vida animal, Su actividad. Más importante que estas semejanzas es la del hombre, por ser racional. Los ángeles, creemos, tienen semejanzas de las que el serhumano carece: la inmortalidad y el conocimiento intuitivo. De esta forma todos los hombres, buenos o malos, y todos los ángeles, incluidos aquellos que cayeron, se asemejan más a Dios que todos los animales, En este sentido, sus naturalezas están “más cerca” de la naturaleza divina. Pero, en segundo lugar, está lo que podríamos llamar cercanía por aproximación. Si es a esto último que nosreferimos, los estados en que el ser humano está “más cerca” de Dios son aquellos en que es mayor la seguridad y rapidez de su aproximarse a la unión con Dios, a la visión de Dios y al goce de Dios definitivos. Y apenas distinguimos cercanía-por-semejanza de cercanía- por-aproximación, vemos que no coinciden necesariamente. Pueden coincidir, o pueden no hacerlo.
Quizá una analogía sirva de ayuda.Supongamos que caminamos por una montaña hacia la aldea en que vivimos. A mediodía llegamos a la cima de un acantilado, donde estamos, en cuanto a espacio, muy cerca de nuestro hogar, pues se encuentra directamente bajo nosotros. Podríamos alcanzarlo con una piedra. Pero como no somos expertos en trepar peñascos, tampoco podemos descender por ellos. Debemos dar un largo rodeo, de cinco millas quizá. Enese dótour, muchas veces estaremos, estáticamente hablando, más lejos de la aldea de lo que estábamos cuando nos sentamos sobre el acantilado. Pero solo considerando estáticamente la situación. Desde el punto de vista del progreso, estaremos mucho “más cerca” de nuestro baño y nuestra taza de té.
Dado que Dios es bienaventurado, omnipotente, soberano y creativo, obviamente hay un sentido en elcual la felicidad, el vigor, la libertad y la fertilidad (de cuerpo o de mente), dondequiera que aparezcan en la vida humana, constituyen semejanzas y, de esa forma, proximidades a Dios. Pero nadie presume que la posesión de tales dones tenga necesariamente alguna conexión con nuestra santificación. Ninguna riqueza constituye un pasaporte al Reino de los Cielos.
En lo alto del acantilado estamoscerca de la aldea, pero por mucho que permanezcamos allí, ello no nos llevará más cerca de poder darnos un baño y tomar una taza de té. Aquí, entonces, la semejanza y, en ese sentido, la cercanía a Sí Mismo que Dios les ha conferido a ciertas criaturas y a ciertos estados de esas criaturas, es algo terminado, inherente. Aquello que está cerca de El por semejanza, nunca llegará a estar más cerca porese solo hecho. Pero la cercanía por aproximación es, por definición, cercanía creciente. Y en tanto que la semejanza nos es dada —y podemos recibirla con o sin gratitud, podemos usar o abusar de ella—, la aproximación, aunque iniciada y apoyada por la Gracia, es algo que debemos llevar a cabo nosotros. Las criaturas, cada una a su manera, han sido hechas a imagen de Dios sin que colaboraran en...