Los derechos de los trabajadores en la doctrina social de la iglesia

Los derechos de los trabajadores en la Doctrina Social de la Iglesia

Como todos los otros derechos, los derechos de los trabajadores basan su origen y fundamento en la naturaleza de la persona humana y en su dignidad inherente. Son derechos humanizantes que facilitan a las personas su crecimiento y desarrollo con el objeto de lograr sus propios fines trascendentes. Hablamos de un conjunto dederechos que es conveniente observar en los ordenamientos jurídicos de las naciones; a saber :

• El derecho a una justa remuneración,
• El derecho al descanso,
• El derecho a ambientes de trabajo y a procesos productivos que no representen perjuicio a la salud física de los trabajadores y no dañen su integridad moral,
• El derecho a salvaguardar la propia personalidad en el lugar detrabajo, sin conculcarla en la propia conciencia o en la propia dignidad,
• El derecho a subsidios adecuados para la subsistencia de los desocupados y sus familias,
• El derecho a la pensión y seguridad social en la vejez y enfermedades y accidentes vinculados al trabajo,
• El derecho a previsiones sociales vinculadas a la maternidad,
• El derecho a reunirse y asociarse.

Del amplio abanico dederechos de los trabajadores que plantea la Doctrina Social de la Iglesia, hay uno que cobra particular relevancia y se sitúa como problema clave de la ética social. Nos referimos al problema del salario justo que pasaremos a abordar en particular.

El Salario Justo

Al comenzar debemos partir diciendo que es justo establecer relaciones laborales en las que se intercambie un servicio por unaremuneración. De la misma manera que es completamente legítimo pactar, libre e informadamente, las condiciones en que será desarrollado dicho trabajo, siempre y cuando el acuerdo del trabajador no se deba a la urgencia de una situación apremiante que lo obligue a aceptar una situación abusiva para evitar una peor.

Este es un tema que viene siendo planteado desde 1891 por León XIII, pero es PíoXI en 1931 con Quadragesimo Anno quien desarrolla con claridad una elaboración más extensa del problema. Parte, reconociendo la total justicia en la existencia del contrato de trabajo como instrumento que regule las relaciones laborales; lo hace, ante quienes pretendían la abolición de esta institución, diluyendo las relaciones laborales en un colectivismo de dirección centralizada.

Sinembargo, esta defensa a la realidad del contrato de trabajo, no implica que cualquier condicionante contractual fuera válida desde el punto de vista ético. Por el contrario, en la determinación de un salario justo es preciso atender a un conjunto de condicionantes:

“León XIII ya había prudentemente declarado que la cuantía justa del salario tiene que deducirse de la consideración, no de uno, sino dediversos títulos. Suyas son estas palabras: Determinar la medida justa del salario depende de muchas causas. Con esto refutó, de una vez, la ligereza de quienes creen que se puede resolver este gravísimo asunto con el fácil expediente de aplicar una regla única, y ésta, por cierto, alejada de la realidad.
Yerran, en efecto, gravemente los que no dudan en propagar el principio corriente de que eltrabajo vale tanto y debe remunerarse en tanto cuanto se estima el valor de los frutos producidos por él; y que, en consecuencia, el obrero tiene derecho a reclamar todo cuanto es producto de su trabajo: lo absurdo de este principio queda refutado sólo con lo ya dicho acerca de la propiedad.”

No puede ser solamente el valor de la participación específica en el proceso productivo, el indicadorexclusivo para establecer el salario. Éste también ha de tener en cuenta el contexto social para una adecuada superviviencia del trabajador y su familia, así como la capacidad de fomentar el ahorro para la acumulación de un pequeño capital; y debe considerar el valor de la paz social, como un activo que la sociedad provee para que las personas pueda desarrollar en condiciones seguras sus...