LOS ENEMIGOS DE LA PAZ

LOS ENEMIGOS DE LA PAZ
Es posible que, a esta hora de nuestra historia, muchos estén convencidos de
que el expresidente Uribe sea víctima de un proceso de demencia, de deterioro
mental producto deldesgaste, de los años, de sus luchas, de tanto ¿trabajar,
trabajar y trabajar¿, de tanto agarrar rabias, amenazar con guerras, lanzar
improperios, reducir al enemigo a su mínima expresión, de tantosodios y de esa
ordinaria paranoia que quizá le hace alucinar con un guerrillero cada vez que un
ser humano lo contradice.
Es posible que de ver al oponente en su propia sombra haya terminado por
hablarlocuras, por exponerse frente a los medios disparando ráfagas desde su
cuenta en Twitter, un despropósito detrás de otro, y terminar atacando a la
institucionalidad que tanto defendió.
Es probable quesolo ese proceso de deterioro pudiese explicar que le apunte a
uno y al otro, como un borracho pendenciero con un arma cargada. Tal vez su
desespero lo llevó a reenviar por las redes sociales aquellafoto de un policía
muerto, tumbado sobre su propio charco de sangre. Él, al parecer, quería
mostrar la evidencia de que sus demonios eran reales, que sí existían. Y puso a
rodar la penosa imagen deun policía sin vida, pasando por encima del dolor de
la familia del uniformado, y sin importar que su evidencia resultara ofensiva para
una institución que hace serios esfuerzos por levantarse conestoicismo frente a
sus adversarios.
La misma búsqueda, quizá, llevó al expresidente a asegurar la existencia de
atentados contra el gobernador de La Guajira, Juan Francisco Gómez, y el
alcalde deBarrancas, Javid Figueroa. Disparó información que, según los supuestos afectados,
resultó ser falsa. El presidente Santos desmintió la versión de los atentados, aseguró que él mismo
se comunicó con elGobernador y el Alcalde para verificar los hechos.
Juan Manuel Santos aprovechó para referirse a una suerte de ¿propaganda
negra¿ y dijo que ¿los enemigos de la paz, los que viven de la guerra, acuden a...