Los Escritos

EL BABELISMO HISPANO
Las lenguas, todas las lenguas del mundo, son un producto mental socializado que ha ido tomando forma en la conciencia colectiva de los grupos al correr del tiempo. Y sucede que esas formas de hablar nacen, mucho más por ley de evolución espontánea y por exigencias de sus funciones comunicativas, que por planes calculados y dirigidos. Hasta que el hombre no tuvo concienciade sus estructuras fónicas y escritas, cosa que sucedió en el pasado siglo, siempre evolucionó de esa manera. Era puro instrumento de comunicación. Las lenguas tienen detrás largas etapas de evolución que se mueven en función de los avatares de los pueblos que las hablan, ayudan a la solidaridad entre los seres humanos y conjuran la soledad en la mutua convivencia. Son fuerzas integradoras yunitarias; totalmente opuestas al babelismo que anda por ahí de moda.
Las lenguas son el cauce de la cultura. La cultura viaja, como en su automóvil propio, dentro de una lengua. Y su valor humano es inferior al de la cultura que refleja. De ahí deriva la falsedad del mito lingüístico de hoy. Aunque de hecho siempre van juntas, se influyen y se enriquecen mutuamente, son dos cosas diferentes. Laslenguas son variables, incluso pueden morir o fundirse con otras más ricas. Cada pueblo tiene las suyas. La cultura tiende a la permanencia. Las lenguas mueren como mueren las ideas políticas, como las instituciones, como fenecen las modas artísticas, como sus interpretaciones filosóficas, como las costumbres. La cultura es conquista humana válida en todo tiempo y perdurable y creciente en sentidopositivo. Murió la lengua de Roma y permanece su cultura.
España posee una rica herencia lingüística, producto de su larga convivencia en regiones y grupos aislados, tan variada y polifónica como su orografía, como su diversidad paisajista, como sus formas culturales y sus aventuras históricas. Su configuración actual se forjó en la encrucijada de mil naciones distintas y la confluencia de las másextrañas civilizaciones. Así hoy, nos ofrece un mosaico de hablas diferentes que se simplifican demasiado cuando se cuentan tres o cuatro que han logrado revalidar el nombre de lenguas oficiales y superar el viejo concepto de dialecto. No está clara la línea donde una forma regional deja de ser la expresión vulgar de una lengua culta y comienza su propia emancipación, ni existen líneas rojasprecisas que marquen las zonas geográficas de estas lenguas ni los grupos humanos que las hablan. En todo caso estas marcas no pueden colocarse como frontera exclusiva de nada o hacer decretos y políticas demagógicas en su nombre.
La importancia desmedida que se está ofreciendo hoy a las lenguas regionales al llevarlas a las campañas políticas supone un agravio manifiesto a otras opciones menosprestigiadas y con los mismos derechos. Y sobre todo supone un atentado a la gran lengua común, el coiné que conocen y hablan todo los habitante de la península, la lengua de Cervantes. Un gran legado humano que hemos recibido de los siglos y no sabemos valorar suficientemente. Es además la lengua oficial de muchas naciones americanas y una de las primeras lenguas cultas del mundo. Pues esa lenguaespañola, o castellana, que es lo mismo, es la única lengua oficial y válida de toda la nación, con referencia obligada a todas las demás. Es trasatlántico de la gran cultura hispánica que recorre el mundo con prestigio y orgullo.
Las otras lenguas peninsulares, a veces sólo son variaciones más o menos marcadas de la lengua común. Ni las diferencias son tan importantes ni están tan difundidas ni tienenel valor patrio que le asignan las políticas lingüísticas de cada región. Hay deformaciones en la política nacionalista. Todavía no hay criterios concretos para discernir el buen y el mal uso de una forma de hablar. Todavía está por demostrar las diferencias entre lenguas y dialectos. Pero roban, con impunidad, el campo comunicativo que corresponde, de hecho y derecho, a la lengua española....