los feos
Nacido en Burdeos en 1937, Boris Cyrulnik procede de una familia de rusos judíos masacrados por los nazis. Con seis años escapó de un campo de concentración. A partir de entoncesqueda convertido en un niño huérfano que pasa por distintas familias y centros de acogida.
Cuando todo parecía destinarle a una existencia mediocre, Cyrulnik se convierte en un médico que llega aser una celebridad. Profesor en la Universidad de Var, lidera un grupo de investigación en etología clínica en el Hospital de Toulon.
A través de sus clases, conferencias y publicaciones, Cyrulnikha roto varios de los supuestos más aceptados en distintas orientaciones psicológicas. Es el caso del concepto de culpa. Si a lo largo del siglo pasado se pensaba desde el psicoanálisis que la culpaestaba en la base de la neurosis y de la frustración individual y social, Cyrulnik sostiene que ciertas formas de culpabilidad son buenas porque evitan el daño al prójimo y ayudan a tener respeto ycompasión por los demás.
El subtítulo de Los patitos feos resume muy bien el contenido de este libro: La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida. El término resiliencia, inexistente enel Diccionario de la RAE, procede del latín “resalire”, volver a saltar. En los 60 la psicóloga norteamericana Emmy Werner lo acuñó para la psicología al publicar los resultados de sus trabajosdurante más de 30 años en Hawai con niños que no tenían familia, no iban a la escuela y vivían en una gran pobreza. Werner encontró que un tercio de los niños se las apañaba para aprender a leer y escribir.Tras ello, eran capaces de salir de la desviación, como dicen los sociólogos, e insertarse en la sociedad.
Cyrulnik retoma el trabajo de Werner pero en un contexto mucho más amplio. Si la mitad dela población del planeta ha sufrido algún tipo de trauma psíquico, como indica la OMS, es evidente que existe un buen número de personas capaces de superar cualquier experiencia traumática y...
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