Los Fines De La Educacion
El saber humano, a pesar de sus constantes e infatigables esfuerzos, no ha podido descubrir aún el misterio que nos oculta el origen de la naturaleza moral del ser humano; en la escala descendente, la ciencia, ha investigado hasta los más recónditos senos de la Naturaleza, y, en sentido contrario, el hombre ha llegado a conocerse a sí mismo, como ser moral;queda, sin embargo, en el misterio el modo cómo se opera en el ser racional la conjunción de la materia y del espíritu. No entra en nuestros propósitos el investigarlo: bástanos recordar que el estudio constante del mundo que habitamos, y de los seres que lo pueblan, ha constatado, de una manera evidente, la diferencia radical que existe entre el hombre y los seres inferiores de la creación. — Desdelos más remotos tiempos los animales inferiores han cambiado casi tan poco, como la yerba que crece a sus plantas, o los árboles a cuya sombra se cobijan. — Una generación les basta para realizar todos los progresos de que son susceptibles. La naturaleza los ha provisto con lo necesario para llenar sus necesidades, yal dotarlos del instinto, hales prestado una fuerza que no parece determinar ningúnesfuerzo propio. Admiramos la habilidad de la abeja al construir su panal; pero no podemos olvidar que, en todos los tiempos y los países, todas las abejas construyen un panal, que es siempre idéntico: ni progreso, ni decadencia en el trabajo que se realiza.— Así se explica que haya podido decirse con razón, que «el cocodrilo, nacido de un huevo, incubado en arena caliente, y que no ve jamás a suspadres, se convierte, sin embargo, en un cocodrilo tan perfecto y con tantos conocimientos como cualquier otro». La evoluciones externas de los seres inferiores, como su desarrollo físico, como el crecimiento delos árboles y las plantas, son, pues, resultado de una ley superior, que se cumple, sin que el ser regido por ella tenga ni la voluntad ni los medios de al terarla. No es lo mismo elhombre. Ningún ser en la creación nace más débil, más impotente para auxiliarse a sí mismo, más obligado a recibir, constantemente y durante largo tiempo, los cuidados de la madre: ninguno, tampoco, sufre más grandes transformaciones, según las influencias externas que presiden a su desarrollo. Si son relativamente pequeñas las diferencias del tipo físico del ser humano, según las influencias quepresiden a su desarrollo, ¡cuan grandes, cuan infinitas son las diferencias del ser moral! ¡Cómo se conserva aquí a poco más altura que los seres inferiores de la creación, acosado por el hambre, batido por las tempestades, perseguido por las fieras, presa del grosero pavor! ¡Cómo se levanta allí a inconmensurable altura, señor de la creación, domeñando la furia de los mares, haciendo servir la tierray sus infinitos dones a la satisfacción de sus deseos, sondeando las profundidades de los cielos, aprisionando en el espíritu ilustrado, todas las grandezas y todas las maravillas de la creación !Así el hombre es hijo de la educación: débil y desgraciado, cuando ésta, transmitiéndose sólo por el ejemplo, como entre los salvajes, se contenta con enseñarle a satisfacer los apetitos sensuales de lanaturaleza física; fuerte y feliz, cuando aprovechando las riquezas atesoradas del saber humano, la educación desarrolla en él las fuerzas físicas, morales e intelectuales, en el sentido de la mayor utilidad y del mayor bien posibles. El hombre es la única criatura que necesita ser educada: una generación educa a la otra, sin que escapen a esa ley de educación universal, ni aun los pueblos y losindividuos que se conservan en estado de la mayor ignorancia. El indio salvaje, que se alimenta de caza o de pesca, que tiene por único techo la copa de los árboles del bosque virgen, y que vegeta sin dar satisfacción más que a sus mezquinas y reducidas necesidades físicas, ¿no recibe, acaso, de sus padres o de sus mayores la educación necesaria para obtener la caza o la pesca de que vive? ¿Puede...
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