Los girasoles ciegos

LOS GIRASOLES CIEGOS
(Ed. 25 nov.2008)

• Única obra de Alberto Méndez (1941-2004), publicada en 2004, meses antes de la muerte del autor.

• Es un ciclo de cuentos independientes pero enlazados entre si. Similar a Dubliners de James Joyce.

• Escrita en lenguaje muy castizo (adarve=protección 15, várgano=estaca 16,fielato=caseta de impuestos 35). Incluso términos que no aparecen en el diccionario de la RAE: Desleída (45), poyete (122). Para españoles: Menciona lugares poco conocidos: “..desde Arganda del Rey (testigo de la importante batalla de la Batalla del Jarama en 1937 hasta La Acebeda (con 60 habitantes)…” (32).

• Polifonía con hasta tres narradores simultáneos e independientes (en Cuarta Derrota),que observan el mundo desde sus personales puntos de vista sin interactuar entre ellos. El autor permite incluso al narrador en tercera persona cuestionarlo: “Esta pregunta la presu-ponemos, porque nuestro testigo, el enteco (débil, enfermizo) cabo primero, debió de obviar en su relato cierta sumisión ….

• Es un libro absurdo,…. como la guerra que precedió a la posguerra que describe: “… unaguerra que, como otras guerras, acaban pero nunca se resuelven” (34). Sin embargo Méndez, un comunista acosado siempre por el régimen franquista que gobernó España gran parte de la vida adulta del autor tiene aún alguna fe en los hombres: “…señal de que algo humano había sobrevivido a los estragos de la guerra.” (33).

• Los girasoles ciegos nos muestra simultáneamente: * el hastío existencial deEl Extran-jero de Albert Camus: ¿es Carlos Alegría el Meursault español?, * el absurdo de los cuentos de Franz Kafka: ¿es Eulalio Ceballos un nuevo Artista del Hambre que actua en el circo de la guerra civil española?, * los mundos e instantes sorprendentes de Borges, aunque a diferencia de éste, Méndez no quiere que: “Felizmente, al cabo de unas noches de insomnio me trabajó otra vez el olvido”,como dice en El Aleph. Méndez quiere que, talvez, perdonemos, pero no que olvidemos.

• En Los girasoles ciegos Alberto Méndez da vida a personas pequeñas, con sus fortalezas y contradicciones. Al igual que en El diario de Ana Frank, el efecto de la guerra en las personas y en la sociedad se refleja en voz baja, no en los generales triunfantes o derrotados, ni en las estrategias exitosas odesastrosas, ni en economías que surgen con la posguerra o se destruyen con las reparaciones que exigen los vencedores (porque aquí los vencedores y vencidos son los mismos), sino en la comida de Rafael Ceballos y su padre Eulalio, en el temor de Carlos Alegría, en la picardía y el odio que nos muestra Juan Senra, en la apresurada lucidez de Lorenzo Mazo a sus siete años.

• Los girasoles ciegos noshabla (*) de la derrota, de la derrota, de la derrota: “morir no es contagioso. La derrota sí” (45), “..de derrota ha muerto Elena y de derrota morirá mi hijo…” (46), (*) de la inutilidad e imposibilidad de la acción del individuo enfrentado a la locura de la Historia, ante la cual somos como una hoja al viento :”Si sigo aquí moriremos la vaca, el niño y yo. Si descendemos al valle moriremos lavaca, el niño y yo.” (52), (*) de la maduración (???) apresurada que la guerra provoca en las personas cuando, luego de rechazar inicialmente a su hijo, Eulalio Ceballos dice: “Elena, ¿ de qué color era tu ternura? … Pero le he besado sin tratar de suplantarte” (55), (*) del absurdo: * “Cuando estalló la guerra esperó a que su tío tomara partido para tomar él el contrario. Fue así como proclamó sufidelidad a la República” (70), * “…trató de imaginarse en qué idioma hablaban los difuntos.” (77), * en la sala de los condenados a muerte: “…Eduardo López daba una charla sobre la plusvalía y sus consecuencias en el proletariado internacional” (79), (*) de la inhumanidad que aflora rápidamente: “Le habló de Darwin y de la importancia del dedo pulgar para que el hombre se hubiera hecho hombre,...