los grandes cientificos

Antígona (Segunda Parte)


La mazmorra del palacio lucía fría, pero la desnudez de las paredes, le daba fortaleza a Antígona, que ya no vestía sus ropajes principescos, sino unos harapos queapenas cubrían su pudor. Realmente Creonte quería verla humillada, su soberbia le impedía ver que su fin iba a llegar pronto.


Antígona— (hablándole a la luna que aparecía por la alta ventana) Esperoque seas la mensajera inocente de mis ideas, y que mi amor entienda y sepa leer en tu blanca cara, mi deseo final.
Si, así será (golpeándose el pecho) el pueblo... el pueblo que mi padre amo, y quetanto teme a mi tío, merece este sacrificio, la libertad marcará el rumbo de un nuevo reino.
La soberbia, el autoritarismo, le nube que ciega los ojos del que se cree todopoderoso, será corrida, conel impulso del amor… del amor por la verdad y la justicia.
(La luna se esconde y por la ventana solo se ve el final de su figura)
Antígona-- El momento se acerca, padre, hermanos de mi alma, prontome encontraré con vosotros en el Hades, los arreglos están hechos y mañana cuando cante el gallo, estaremos unidos. Solo espero que Hemón, también pueda hacer este sacrificio. Oh Hemón mi pobre amado,mañana no tendrá un regazo en donde llorar, la pérdida de las dos personas que más ama en el mundo (llorando agarrada a los barrotes)
Se sienten pasos, Antígona mira por la ventana y la luna hadesaparecido.
Antígona—Creonte tu tiempo ha acabado, el sabio y justiciero Hemón te espera entre las sombras.
Los soldados que vigilaban la sala principal del palacio se habían retirado. Dejando sola aAntígona frente al trono vacío.

Creonte— (entrando por la puerta) tu último deseo ha sido concedido, morirás en soledad, solo ante mi presencia, y de un cruel verdugo.
Antígona—Te lo agradezco decorazón, pero no estoy segura de que lo hayas hecho por mí…
Creonte— (sonriendo) siempre dije que eras una bruja. Es verdad lo hago por mi hijo, el no me perdonaría que te exponga en este estado....