Los guantes blancos-rojos

 Los guantes blancos, rojos.
Acostado, usando esas sabanas blancas como un camuflaje, o un bunker, en el que sucumbían sus miedos, los cuales no podía esconder, pensando en lo que sucedió hace mucho y nadie quiere recordar, pero si nadie quería hacerlo, entonces Thomas era nadie.
Un día, como cualquier otro, Thomas se encontraba en su cuarto arreglándosepara iniciar su día. Un traje bien limpio y planchado, zapatos lustrados, corbata de moño y un par de guantes tan blancos que el mismo color parecía sucio y gris. Sintió el grito de su amado “señor Julio”, quien lo buscaba con urgencia para algún pedido inútil y sin necesidad.
¿Me llamaba señor Julio?
Julio era un hombre agrio eirritable, solo, sin nada más que Thomas y sus millones, y aunque preferiría el amor de una bella mujer, Thomas lo amaba como si fuera su padre, aunque no lo apreciara.
¿Hay alguien mas a quien podría dirigirme?, bruto
Cierto señor, disculpe mi ignorancia
Como sea, solo quiero mi desayuno
Su desayuno es dentro de media hora, nunca se despierta tan temprano, ¿sucede algo?
¿Ahora te crees midespertador?, ¿Quién te crees como para insinuar que tengo un problema?, y si lo tuviera, serias la ultima persona a quien se lo comentaría
Disculpe, pero si no es a mi, ¿a quien mas podría comentárselo?
Julio permaneció con una mirada triste que Thomas admiraba con temor
Solo ve por mi desayuno, por favor. Dijo con una voz sensible y débil
Thomas se retiro de la habitación sin decir ni una palabra,prácticamente sin respirar. En el trayecto camino a la cocina pensaba en que algo le sucedía al señor Julio, todo el mundo lo conocía como un anciano amargo, y cualquiera pensaría que esa es su actitud de todas las mañana, pero Thomas sabia que había algo mas, no se podía imaginar que podía ser, el hombre ni siquiera luego de la muerte de su propia madre lloro una sola lagrima, o cambio suactitud tan despreciable, pero raramente adorada por Thomas, quien solo dejo de pensar en eso mientras preparaba el desayuno del señor Julio, y de paso, tomaba un vaso de leche como desayuno hasta el almuerzo.

Todo el resto del día la casa se sentía fría, como si nadie viviera allí, “hasta con un muerto este lugar se sentiría mas cálido” pensaba Thomas, quien constantemente iba al cuarto del señorJulio para cerciorarse de que este no lo estuviera llamando, pero permanecía acostado, lo cual jamás había pasado, el siempre, luego del desayuno tomaba una ducha, se arreglaba y hacia alguna actividad respecto a sus acciones, o cheques, etc. Pero esta vez nada, Thomas estaba tan extrañado, no entendía que sucedía, y en una de sus visitas vio con asombro al señor Julio revisando un álbum de fotos,de familiares y amigos que Thomas en sus veinte años de trabajo jamás había visto.
De pronto percibió la caída de lagrimas del rostro del señor Julio, y de un momento a otro se desmorono, Thomas sin poder aguantar mas, cayo al piso tratando de contenerse, pero era imposible, el señor Julio levanto la mirada, lo vio y de un momento a otro cerro la puerta sin ningún tipo de sensibilidad, y sin darsecuenta que las manos de Thomas estaban ahí, salió corriendo al baño, sin hacer ningún escandalo, sabia que el señor Julio se enojaría mas de lo que ya estaba.
En el baño, veía como es que el agua limpiaba sus manos, y como se iba su sangre con el agua, termino y busco otros guantes limpios y tuvo tiempo de pensar en lo que sucedía, y de un momento a otro todo calzaba ya sabia lo que sucedía,sabia lo que tenia que hacer.
A medianoche Thomas fue a la habitación del señor Julio, quien como suponía estaba dormido, se puso sus guantes con los que había tenido el accidente de la puerta, estaban sucios y llenos de sangre, pero no le importaba, solo los quiso usar como recuerdo ya que después de lo que haría, ese seria el ultimo momento de Thomas y el señor Julio. Lo despertó, y le dijo:
Ya...