Los guantes rojos

 Los guantes rojos.
Detrás de la parada del autobús, se encontraba un edificio en ruinas. Se quemo cuando era utilizado como teatro, y extrañamentenunca pudo ser remodelado o reutilizado. Esa tarde mientras una chica esperaba el transporte, un resplandor rojizo llamo su atención hacia la puerta de aquel arruinado lugar, seacerco con cautela y sobre algunos restos, encontró un par de guantes, en perfecto estado, eran brillantes, suaves, e invitaban a ponérselos.
Los tomo entre sus manos con un ánimodesconocido, y al mismo tiempo, una mujer algo trastornada, apareció gritando: “! Déjalos, déjalos, esos guantes están malditos, quémalos”.
Afortunadamente, el autobús y ella pudosubir antes de que la indigente la alcanzara. Al llegar a casa, puso los guantes sobre el lavabo del baño para enjuagarlos y el espejo se lleno de una bruma roja que al dispersarse,mostro dentro del a una bella joven embelleciéndose. Estiro sus manos fuera del espejo para alcanzar los guantes y ponérselos. La asustada chica miraba fijamente al espejo, como sifuese una televisión. Un hombre entro a la escena, estaba furioso, reclamando algo y estrello la cara de la mujer contra el tocador, muchas botellas de perfume se quebraron derramandosu contenido sobre los guantes y el vestido de la maltratada mujer. Cuando el hombre se fue, la mujer de los guantes tomo un cigarro para calmarse y al encender el fosforo… seencendieron sus guantes…en un instante ella también… la piel caía al suelo como cera de vela consumiéndose rápidamente.
Al terminar casi convertida en cenizas… el resto de los guantesse desprendieron del cuerpo y volvieron al lavabo… la aterrada chica ahora comprendía las palabras de la indigente… si quería vestirlos, correría la misma suerte…