Los Hermanos Llavilla

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El sol resplandecía , la tarde estaba mas calurosa que de costumbre , la calle de nuestro barrio estaba desierta y desolada al igual que la mañana , nuestros amigos del barrio esparcidos en la playa, nosotros iríamos recién a fin de mes ; nunca los domingos habían sido tan aburridos, a nuestro costado nuestro álbum casi lleno pero mirarlo tan llenecito no quitaba lo aburrido de ese diaNuestros padres ; él trabajaba y ella en casa limpiándola ,mi hermano pequeño siempre atrás mío, era una especie de mano derecha en todas nuestras travesuras.
Era el comienzo de nuestras vacaciones , las anheladas vacaciones , y no parecía muy alentador que digamos , dos mozalbetes tirados boca arriba en la vereda de nuestra casa a veces mirando de soslayo a algunos carros que solían cruzarnuestra calle , nuestras cabezas juntas y los pies en distintas direcciones arriba y abajo. Los dos granujillas cuyas edades oscilaban entre 6 y 10 años mirando el firmamento aquella bóveda celeste, aquel infinito cielo que presencio nuestra infancia.
-¿Ves ese dinosaurio?- la voz de mi hermano irrumpió en la calurosa y silenciosa tarde
- Noo!!! - dije rápidamente , es que en esa nube yo miraba elmapa del Perú
Y así estaba la tarde , llena de preguntas de mi pequeño hermano y yo con respuestas monosilábicas o movimientos de cabeza lo cual denotaba mi aburrimiento , mi excesivo aburrimiento .
Entonces Sucedió lo inesperado ; una camioneta que atravesaba la calle y se estacionó a lado de nuestra casa , una camioneta grande y roja , yo me quedé observando mientras que con una mano me cubríadel sol .
- Pero mira bien pe, es un dinosaurio – insistía mi hermano que no se percataba de nada
Cuando se dio cuenta que no le prestaba atención alguna se sobrepuso , volteó hacia mi y vio mi mirada enfrascada en la camioneta que recién había llegado , unos segundos mas tarde , el también se quedo mirando aquel carro. De pronto bajaron de la camioneta dos muchachitos que tenían o parecían tenernuestras edades, más que la camioneta, los padres o aquellos niños , lo que en verdad llamo nuestra atención fue lo que llevaban en las manos , Una pelota .
Una pelota!!! … pues claro ,mientras pateaban ese esférico , lo que aquellos tipos no sabían era que mi pequeño hermano y yo éramos unos malditos adictos al futbol .
Oh si las calles de este barrio hablaran , se quejarían , al igual quelas vecinas . cuantas ventanas rotas , paredes manchadas , pelotas reventadas , piedras en la calle que fungían de arco y las discusiones con la vecina del frente para que nos devuelva la redondita .
-Ya pe tia la pelotita – iba con optimismo
-¿Cuál tia? No molesten vayan a jugar al parque , mocosos – respondía descortésmente la señora rufina .
-busca una lata de leche o una botella vacía–decía fuertemente, ya que nada nos impedía jugar.
Esos niños que sabrían de eso , se notaba que nunca jugaron hasta que caiga la noche , improvisar una pelota , barridas , etc . Que sabrían de eso.
Ellos no nos saludaron, se limitaron a patear su pelota, nosotros no teníamos porque saludarlos ; no teníamos porqué . Estaba sentado en la vereda junto a mi hermanito mirando nuestro álbum casi lleno, nosfaltaban menos de 10 figuritas.
- Nos falta poquísimas - le decía a mi pequeño hermano, el asentaba con la cabeza y una tremenda sonrisa aparecía en su rostro
-¿Qué haremos cuando completemos el álbum?- preguntaba mi hermano
-Pues canjeamos los premios y luego los vendemos al gordo de la esquina- respondía yo decidido
-no pe , ¿Por qué quieres venderlos?-
-Con el dinero compraremos unNintendo , es mejor -
-Pero mamá no nos dará permiso – decía mi inocente hermano – además eso cuesta muy caro-
- Déjamelo a mí , tengo una …… - decía
Cuando de pronto un fuerte golpe en la cabeza me hizo callar intempestivamente ; cuando reaccione vi a mi hermano con una pelota en las manos , malditos me dolió , pensé.
Yo los hubiera perdonado pero la sonrisa en sus rostros; mas que burlona,...