Los Imaginarios Sociales.
Páginas: 7 (1509 palabras)
Publicado: 9 de noviembre de 2012
Los imaginarios sociales.Impresiones a partir del texto:
Inclusión/exclusión. Los imaginarios sociales de un proceso de construcción social[1]. Impresiones:
La teoría de los imaginarios sociales, plantea que nuestra percepción de la realidad aparece mediada por ciertas imágenes o esquemas que construimos socialmente y que nos permite vivir un sector de la ‘realidad’ de cierto modo y conciertos márgenes.
Esta teoría, al igual que la Gestalt Theory, nos advierte que nuestras percepciones no son primarias, que nuestros sentidos se encuentran condicionados por la interpretación de lo externo, por un lado, pero también nos advierte respecto a que sólo consideramos aquello que estamos preparados para ver. Todo aquello que no pertenece a nuestra compleja urdimbre de imaginarios quecompartimos, nos resulta invisible.
En tal sentido, tanto imaginarios alternativos considerados fantasiosos, como los espíritus, hadas, ángeles, fantasmas, como los otros, como son las personas que no deseamos ver, la tecnología que usamos pero no comprendemos tales como los marginados, los extranjeros, formas de pensar que no compartimos etc, son parte de un mundo invisible. Algunos mundosinvisibles son parte del imaginario que consideramos (aunque probablemente las imágenes que incluimos relacionadas con ellos, son diferentes) por ejemplo microbios y virus, tan fantasmáticos como los millones de dólares que suelen asignarse a las deudas externas.
El autor presenta el tema con una primera observación: la llamada”moda de lo histórico”, que atribuye a una incomodidad con el tiempo. Estoparece particularmente interesante. La percepción del tiempo es divesa según nuestro interés, el lugar donde vivimos, nuestras ocupaciones: nos falta tiempo, el tiempo no pasa nunca, hay gente que no soporta SU tiempo, pero añora otros, ‘mejores’ e inasibles…En estos casos, parecería que ‘la moda de lo histórico’, es un refugio, una evasión, a realidades más aceptables, apacibles, previsibles,especialmente , recreaciones cómodas de épocas que por pasadas y conocidos sus finales, parecen más seguras.
Respecto al tiempo, su percepción, uso, valoración y forma de vivirlo, se plantean algunas paradojas. Por ejemplo se enfatiza, a menudo, que el tiempo es oro, pero en mi país, no parece valer demasiado, porque todo el mundo lo desperdicia, y aún gasta el de otro, hablando y diciendotonterías.Lo perdemos mirando canales de cable donde las mismas cosas vuelven una y otra vez.Algunas personas se pierden en largas mateadas con la mirada perdida, y aún madrugan para hacerlo. ¿Por qué? ¿Nos sobra? Y también está lo que Pintos señala, esa moda de ‘lo histórico’.
Es probable que la hipótesis, propuesta sea real para la gente de mediana y mayor edad, pero será igual para los másjóvenes, cuyo tiempo parece correr por carriles propios? Dice Pintos:
“Una hipótesis que para mi puede entrar en juego y dar juego es nuestra incomodidad colectiva con el tiempo, la memoria y nuestra ubicación espacial y temporal en el mundo. Entre las múltiples rupturas que tenemos que afrontar los contemporáneos de estas épocas no es la menor la que nos aparta del reconocimiento de las esquemastemporales clásicos que ordenaban el caos temporal en el esquema “Presente / Pasado / Futuro”. [2]
Al analizarla, me preguntaba, si no sería interesante agregar a esos imaginarios vinculados al tiempo, la cercanía de mundos que se excluyen, como percibimos en las calles de mi ciudad, cuando al lado de un automóvil mantenido en funcionamiento por la bondad de su fábrica y el ingenio de sudueño, cuyo orígen puede situarse en el primer tercio del siglo XX, corre un Mercedes Benz último modelo y también un carrito del marginal que rebusca en los contenedores de basura, cada cual acuciados de manera diversa por sus propios tiempos, imaginarios y contextos.
Todo esto me hizo recordar a los tigres blancos fantamáticos que recorrían las calles de una ciudad, sin percibir donde estaban...
Inclusión/exclusión. Los imaginarios sociales de un proceso de construcción social[1]. Impresiones:
La teoría de los imaginarios sociales, plantea que nuestra percepción de la realidad aparece mediada por ciertas imágenes o esquemas que construimos socialmente y que nos permite vivir un sector de la ‘realidad’ de cierto modo y conciertos márgenes.
Esta teoría, al igual que la Gestalt Theory, nos advierte que nuestras percepciones no son primarias, que nuestros sentidos se encuentran condicionados por la interpretación de lo externo, por un lado, pero también nos advierte respecto a que sólo consideramos aquello que estamos preparados para ver. Todo aquello que no pertenece a nuestra compleja urdimbre de imaginarios quecompartimos, nos resulta invisible.
En tal sentido, tanto imaginarios alternativos considerados fantasiosos, como los espíritus, hadas, ángeles, fantasmas, como los otros, como son las personas que no deseamos ver, la tecnología que usamos pero no comprendemos tales como los marginados, los extranjeros, formas de pensar que no compartimos etc, son parte de un mundo invisible. Algunos mundosinvisibles son parte del imaginario que consideramos (aunque probablemente las imágenes que incluimos relacionadas con ellos, son diferentes) por ejemplo microbios y virus, tan fantasmáticos como los millones de dólares que suelen asignarse a las deudas externas.
El autor presenta el tema con una primera observación: la llamada”moda de lo histórico”, que atribuye a una incomodidad con el tiempo. Estoparece particularmente interesante. La percepción del tiempo es divesa según nuestro interés, el lugar donde vivimos, nuestras ocupaciones: nos falta tiempo, el tiempo no pasa nunca, hay gente que no soporta SU tiempo, pero añora otros, ‘mejores’ e inasibles…En estos casos, parecería que ‘la moda de lo histórico’, es un refugio, una evasión, a realidades más aceptables, apacibles, previsibles,especialmente , recreaciones cómodas de épocas que por pasadas y conocidos sus finales, parecen más seguras.
Respecto al tiempo, su percepción, uso, valoración y forma de vivirlo, se plantean algunas paradojas. Por ejemplo se enfatiza, a menudo, que el tiempo es oro, pero en mi país, no parece valer demasiado, porque todo el mundo lo desperdicia, y aún gasta el de otro, hablando y diciendotonterías.Lo perdemos mirando canales de cable donde las mismas cosas vuelven una y otra vez.Algunas personas se pierden en largas mateadas con la mirada perdida, y aún madrugan para hacerlo. ¿Por qué? ¿Nos sobra? Y también está lo que Pintos señala, esa moda de ‘lo histórico’.
Es probable que la hipótesis, propuesta sea real para la gente de mediana y mayor edad, pero será igual para los másjóvenes, cuyo tiempo parece correr por carriles propios? Dice Pintos:
“Una hipótesis que para mi puede entrar en juego y dar juego es nuestra incomodidad colectiva con el tiempo, la memoria y nuestra ubicación espacial y temporal en el mundo. Entre las múltiples rupturas que tenemos que afrontar los contemporáneos de estas épocas no es la menor la que nos aparta del reconocimiento de las esquemastemporales clásicos que ordenaban el caos temporal en el esquema “Presente / Pasado / Futuro”. [2]
Al analizarla, me preguntaba, si no sería interesante agregar a esos imaginarios vinculados al tiempo, la cercanía de mundos que se excluyen, como percibimos en las calles de mi ciudad, cuando al lado de un automóvil mantenido en funcionamiento por la bondad de su fábrica y el ingenio de sudueño, cuyo orígen puede situarse en el primer tercio del siglo XX, corre un Mercedes Benz último modelo y también un carrito del marginal que rebusca en los contenedores de basura, cada cual acuciados de manera diversa por sus propios tiempos, imaginarios y contextos.
Todo esto me hizo recordar a los tigres blancos fantamáticos que recorrían las calles de una ciudad, sin percibir donde estaban...
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