Los jesuitas en el ecuador
Páginas: 34 (8251 palabras)
Publicado: 1 de septiembre de 2012
LOS JESUÍTAS EN EL ECUADOR
La señal más inequívoca de que una cultura ha influido con plenitud en una época
histórica es, sin duda, el precipitado arquitectónico y el acervo literario que ella ha
d ejado a su paso.
En efecto, las oscurecidas piedras labradas de nuestra ciudad pregonan el barroco de la
c ultura que acunara nuestro amanecer prerrepublicano.
Como la severa investigaciónliteraria de nuestros siglos XVII y XVIII nos deja
a bocados ante el fenómeno ineludible del gran precipitado jesuítico de nuestra cultura.
"Basta observar - escribe en su libro "Cultura de Quito Colonial" el erudito dominico
Padre José María Vargas -, la Antología de prosistas y poetas ecuatorianos para
convencerse de que la Universidad de San Gregorio de los jesuitas fue hasta su clausura,
e lsemillero del saber y la cultura para eclesiásticos, religiosos y civiles, que levantaran a
Quito al nivel de Lima y Méjico, a quienes superó aquella en las Bellas Artes".
Analizar a grandes rasgos los hechos que produjeron este precipitado cultural, es lo
que me propongo en es t a breve monografía histórica.
I. PERIODO DE INICIACIÓN (1574 - 1604)
1º LOS PRIMEROS JESUÍTAS EN QUITO
El procesode la población de nuestro país constituye la silenciosa epopeya de la raza
hispana, muy más meritoria que la resonante de los guerreros.
¿Cómo fue este poblarse y cómo este nacimiento a nueva nación de nuestro país? De
seguro muy diversamente de cuanto acaeció en otros pueblos. En vez de recibir
trasplantación de gente sin ruptura racial ni desnivel de costumbres, ni contraposición de
religiones, aquí destruyéronse naciones para recrear una nación, trocáronse zonas de clima
fácil por nocivo ambiente, desarticuláranse usos, artes y preferencias, y derrocáronse dioses
en monoteísmo creador.
Las tres razas que destruyéndose un poco, intermezclándose un mucho componen el
pueblo ecuatoriano, tuvieron peripecias disímiles.
El español al hacerse criollo se enfrentó ante unaexistencia social americana que
desquició su antigua esencia castellana. El indio al hacerse mestizo desintegró su esencia
de simbiosis vegetal para llegar a la existencia de una nueva estirpe intelectual.
El negro al hacerse mulato, fue esa perplejidad de esencias, con ese doble sentimiento
de existencias para ser y no ser un ente de sociedad.
En este crisol de razas que se destruían parareconstruirse, en este amasijo étnico,
religioso y social que voluntariamente fermentaba para llegar a ser lo que hoy vamos
siendo, llegan los jesuitas a nuestro territorio, justamente a los cuarenta años del
f enómeno social, étnico y religioso de la fundación española de Quito.
Las causas de esta tardía llegada, no es el momento explicarlas, pero valdría la pena
b uscarlas y criticarlas, pues jesuitasmisioneros viajando por lejanas regiones del Asia,
a parecen aun antes de la aprobación canónica de la orden en 1540, con Francisco Javier.
N o voy a iniciar la historia, ni siquiera la crónica de los jesuitas en el Reino de
Quito; intentaré rápidamente hacer un escrutinio interpretativo de los principales sucesos
que a mi parecer determinaron en nuestra historia y cultura el fenómenojesuítico hispánico y republicano si lo hay, como ya he dicho.
Domingo de Bermeo fue, a lo que yo sepa, el primer quiteño que se planteó el problema
de abrazarse con la Compañía de Jesús en 1575, en la ciudad de Lima.
Un año antes en misión volante llegaron a nuestro territorio los primeros jesuitas,
e l Padre Juan Gómez y el Hermano Miguel Marco por Guayaquil mientras por
Chachapoyas y Jaénentraban los Padres Miguel Fuentes y Cristóbal Sánchez. Siete
meses les duró el viaje hasta llegar a Quito en donde arrendaron una casa en la Loma
Grande, cerca de Santo Domingo a cuyo convento iban a decir la misa cada día.
El primer documento oficial jesuítico que habla de un quiteño es por demás
interesante para dejar de escudriñarlo. Por él sabemos que es mestizo, que domina el
quichua ,...
La señal más inequívoca de que una cultura ha influido con plenitud en una época
histórica es, sin duda, el precipitado arquitectónico y el acervo literario que ella ha
d ejado a su paso.
En efecto, las oscurecidas piedras labradas de nuestra ciudad pregonan el barroco de la
c ultura que acunara nuestro amanecer prerrepublicano.
Como la severa investigaciónliteraria de nuestros siglos XVII y XVIII nos deja
a bocados ante el fenómeno ineludible del gran precipitado jesuítico de nuestra cultura.
"Basta observar - escribe en su libro "Cultura de Quito Colonial" el erudito dominico
Padre José María Vargas -, la Antología de prosistas y poetas ecuatorianos para
convencerse de que la Universidad de San Gregorio de los jesuitas fue hasta su clausura,
e lsemillero del saber y la cultura para eclesiásticos, religiosos y civiles, que levantaran a
Quito al nivel de Lima y Méjico, a quienes superó aquella en las Bellas Artes".
Analizar a grandes rasgos los hechos que produjeron este precipitado cultural, es lo
que me propongo en es t a breve monografía histórica.
I. PERIODO DE INICIACIÓN (1574 - 1604)
1º LOS PRIMEROS JESUÍTAS EN QUITO
El procesode la población de nuestro país constituye la silenciosa epopeya de la raza
hispana, muy más meritoria que la resonante de los guerreros.
¿Cómo fue este poblarse y cómo este nacimiento a nueva nación de nuestro país? De
seguro muy diversamente de cuanto acaeció en otros pueblos. En vez de recibir
trasplantación de gente sin ruptura racial ni desnivel de costumbres, ni contraposición de
religiones, aquí destruyéronse naciones para recrear una nación, trocáronse zonas de clima
fácil por nocivo ambiente, desarticuláranse usos, artes y preferencias, y derrocáronse dioses
en monoteísmo creador.
Las tres razas que destruyéndose un poco, intermezclándose un mucho componen el
pueblo ecuatoriano, tuvieron peripecias disímiles.
El español al hacerse criollo se enfrentó ante unaexistencia social americana que
desquició su antigua esencia castellana. El indio al hacerse mestizo desintegró su esencia
de simbiosis vegetal para llegar a la existencia de una nueva estirpe intelectual.
El negro al hacerse mulato, fue esa perplejidad de esencias, con ese doble sentimiento
de existencias para ser y no ser un ente de sociedad.
En este crisol de razas que se destruían parareconstruirse, en este amasijo étnico,
religioso y social que voluntariamente fermentaba para llegar a ser lo que hoy vamos
siendo, llegan los jesuitas a nuestro territorio, justamente a los cuarenta años del
f enómeno social, étnico y religioso de la fundación española de Quito.
Las causas de esta tardía llegada, no es el momento explicarlas, pero valdría la pena
b uscarlas y criticarlas, pues jesuitasmisioneros viajando por lejanas regiones del Asia,
a parecen aun antes de la aprobación canónica de la orden en 1540, con Francisco Javier.
N o voy a iniciar la historia, ni siquiera la crónica de los jesuitas en el Reino de
Quito; intentaré rápidamente hacer un escrutinio interpretativo de los principales sucesos
que a mi parecer determinaron en nuestra historia y cultura el fenómenojesuítico hispánico y republicano si lo hay, como ya he dicho.
Domingo de Bermeo fue, a lo que yo sepa, el primer quiteño que se planteó el problema
de abrazarse con la Compañía de Jesús en 1575, en la ciudad de Lima.
Un año antes en misión volante llegaron a nuestro territorio los primeros jesuitas,
e l Padre Juan Gómez y el Hermano Miguel Marco por Guayaquil mientras por
Chachapoyas y Jaénentraban los Padres Miguel Fuentes y Cristóbal Sánchez. Siete
meses les duró el viaje hasta llegar a Quito en donde arrendaron una casa en la Loma
Grande, cerca de Santo Domingo a cuyo convento iban a decir la misa cada día.
El primer documento oficial jesuítico que habla de un quiteño es por demás
interesante para dejar de escudriñarlo. Por él sabemos que es mestizo, que domina el
quichua ,...
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