Los Jovenes Y Su Entorno
Un estudio, publicado en ‘Journal of Clinical and Consulting Psychology’, analiza las influencias interpersonales, familiares y del grupo social que pueden provocar que eladolescente pruebe el tabaco o que fume de un modo regular.
El factor clave a la hora de comenzar a fumar es el representado por el grupo social. Aquellos estudiantes con, por lo menos, dos amigosfumadores son seis veces más propensos a pasar de fumar irregularmente a ser fumadores intermitentes (fumar entre 1 y 29 cigarrillos en 30 días).
Asimismo, estos adolescentes poseen una probabilidad diezveces mayor de dejar de ser fumadores intermitentes y comenzar a fumar de un modo regular, es decir, todos los días.
Los padres fumadores constituyen otra variable fundamental en tanto queincrementan el riesgo de tabaquismo de los hijos en un 26%. El rol de las madres resulta determinante en las hijas, puesto que si aquellas fuman éstas tienen una probabilidad del 36% de comenzar a fumar. Loshijos varones, sin embargo, no se ven influidos.
Continuando con la familia, una buena relación entre los diferentes miembros no logra evitar por completo el paso del adolescente a un consumotabáquico mayor, aunque lo puede proteger moderadamente.
El papel del alcohol
El alcohol también incide. Los adolescentes que consumen bebidas alcohólicas como mínimo dos veces al mes son nueve vecesmás propensos que los estudiantes abstemios. Además, se dieron más casos de fumadores regulares entre estos adolescentes.
Por otro lado, los grupos minoritarios resultaron ser menos potenciales alconsumo regular de tabaco. Aunque, según el Centro de Control de Enfermedades estadounidense, los adultos afroamericanos fuman más que los blancos.
La alineación en el entorno escolar aumenta...
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