Los Jueegos del Hambre
Las reglas de los Juegos del Hambre son sencillas: en castigo por la rebelión, cada uno de los doce distritos debe entregar a un chico y a una chica,llamados tributos, para que participen. Los veinticuatro tributos se encierran en un enorme estadio al aire libre en el que puede haber cualquier cosa, desde un desierto abrasadorhasta un páramo helado. Una vez dentro, los competidores tienen que luchar a muerte durante un periodo de varias semanas; el que quede vivo, gana.
Escoger a chicos de nuestrosdistritos y obligarlos a matarse entre ellos mientras los demás observamos; así nos recuerda el Capitolio que estamos completamente a su merced, y que tendríamos muy pocas posibilidades desobrevivir otra rebelión.
Da igual las palabras que utilicen, porque el verdadero mensaje queda claro: “Miren como nos llevamos a sus hijos y los sacrificamos sin que puedan hacernada al respecto. Si levantan un solo dedo, los destrozaremos a todos, igual que hicimos con el Distrito 13”.
La escritora se adentra en terreno espinoso, la muerte juvenil,pero ha salido másque indemne. La crítica y los lectores amparan su reflexión sobre ésta. En EstadosUnidos se anima a los padres a leer los libros y comentarlos con sus hijos.Lectorade mitología griega en su infancia, tomó como partida para su relato el terroríficomito del Minotauro. En él, Atenas se ve obligada a enviar a Creta a sietemuchachos y siete vírgenesque, tras ser encerrados en el Laberinto, sondevorados por el Minotauro, que siembra el terror en los distritos adyacentescuando no tiene carne humana. "Creta estaba enviando unmensaje muy claro:'Meteos con nosotros y os haremos algo mucho peor que mataros. Mataremos avuestros hijos'. Los padres sólo podían mirar y eran incapaces de detenerlo".
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