Los juegos del Hambre

 Veo la sombra de mi madre salir, y sé que ya es hora de irme, me acomodo rápidamente el vestido, colocando los flequillos en su lugar, al terminar salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mí. Llego a un pasillo enorme y me coloco a disposición de un agente de la paz. Mi compañero de distrito sale de una pequeña habitación acompañado de algunas personas, se les nota que hanestado llorando, así que no les dirijo la palabra y me dispongo a mirar hacia el otro lado del pasillo, donde a través de una enorme ventana observo la multitud que nos espera.
Un agente de la paz un poco viejo nos dirige fuera de la edificación. Aquel hombre que dijo mi nombre hace algunos minutos también nos acompaña, llegamos con paso lento y perezoso a un lujoso carro antiguo, el cual nosllevará en un corto viaje a el lugar donde abordaremos el esplendido tren que cada año veía ser despedido con tristeza.
Pero este año no, este año será de júbilo, porque aunque esté aún aturdida con la gran noticia que mi madre me dio, siento ahora más que nunca que lo que hago es lo correcto.
Soy genéticamente asesina, y desarrolladamente mortal gracias a mi madre, ahora todo tienesentido. Mis objetivos son claros y los lograré.
Luego de escuchar en el auto la tediosa charla de aquel hombre llamado Atlas, abordamos el tren.
Siempre he pensado que el Capitolio no entrena gente con clase entrena gente tediosa y completamente sin corazón, ya que durar treinta minutos hablando de moda, en una auto desactualizado y sofocante es verdaderamente obra del Capitolio. ¿Acasoestas personas no tienen cerebro? O ¿Son demasiado perfectas para nuestra sociedad (los distritos)? Espero un día saber la respuesta a la incógnita de esta ecuación desvariada y psicópata, llamada Capitolio.
El tren es casi imperceptible (los movimientos), así que rápidamente me acomodo en una silla para reconfortarme del calor que abraza mi cuerpo, comienzo a observar el tren detenidamente,noto que es como un sueño, extremadamente limpio, con grandes lujos y a pesar de que es un poco angosto tiene buena movilidad. Me dirijo a otro vagón. Encuentro grandes manjares y demás cosas que ansiosamente deseo probar, busco entre los bufetes y sorpresivamente siento una mano rozando mi espalda, salto dejando caer algunas bandejas que cerca de mi estaban, volteo y es mi mentor.Mentores, bah, mi madre ya me dijo todo lo que tengo que hacer, no necesito a un traumatizado hombre que me diga unas cuantas verdades que ya se. Además me molesta que crean que nosotros somos unos chiquillos desafortunados, que morirán sin honor, algo así como ellos se ven. Ellos son unos fracasados, son aquellos traumatizados que no superaron las muertes de sus compañeros, o peor que no superan habertraicionado y asesinado a un tributo conocido. Creen saber que se necesita para ganar, cuando ni siquiera tienen la sangre para asesinar.
- Escuche que solo tienes a tu madre. De seguro morirá de dolor, cuando vea tu inesperada muerte en la arena.
- Nunca he conocido a alguien tan franco, creo que mi madre es lo menos importante aquí. ¿Cuál es tu nombre querido mentor? -pregunto mientrasbusco algo que comer.
Mientras estaba en el nueve nunca lo vi, siempre escuche que no le gustaba salir de su casa por miedo a morir. Ahora que está aquí frente a mí, no lo veo como un loco, pero si frustrado como todos los mentores.
- Mi nombre es Javi –responde mientras mastico algo de lo que he logrado agarrar.
- Javi, hm, Javi como Javier el presidente. Interesante –digorápidamente con un tono sarcástico.
La conversación termina y regreso a ese hermoso bufete que me espera, él se dirige a otro vagón donde seguramente esta mi compañero.
El viaje es algo largo pero no incomodo, logro descansar unas cuantas horas en una pequeña habitación que se me ha asignado. Despierto con la música que Atlas ha colocado en mi habitación. Me levanto. Entro al baño y me doy un...