LOS JUGADORES DE CARTAS De Eliezer
LOS JUGADORES DE CARTAS
Descripción de los elementos que se observan en la obra atendiendo a un
vocabulario específico (materiales, técnicas, composición y organización, etc.).
Óleo sobre lienzo. Representa a dos figuras masculinas jugando a las cartas, alrededor
de una mesa sobre la que apoyan los codos. La escena ha sido abordada de un modo
distinto del habitual. Situados frente a frente están concentrados observando sus propias
cartas en actitud sosegada.
Se presentan tocados con sendos sombreros típicos de las clases sociales humildes de la
Provenza (región francesa de donde procede el autor). El hombre de la derecha viste una chaqueta de tonalidades grises amarillentas que tiene su continuidad en el pantalón de su
compañero, vestido éste con una chaqueta de tonalidades malvas que se mezclan con
diversos colores. La gran masa cilíndrica del jugador de la pipa se ve entera y detrás
tiene el vacío; la masa más suelta y luminosa del otro jugador está cortada por el borde
del cuadro. El espectador se convierte en uno de los frecuentes observadores que
contemplan estas partidas en las tabernas, al situarnos en un plano cercano a la escena y
no hacer apenas referencias espaciales. Una alta botella nos da paso hacia la cristalera
del fondo, por la que se intuye un abocetado paisaje.
El reflejo blanco de la botella es el
eje del cuadro
, que no coincide en la mitad exacta,
de tal manera que la composición es ligeramente asimétrica. El ambiente de taberna casi
ha desaparecido, reduciéndose a la mesa en la que apoyan sus brazos los jugadores. La
escena está iluminada por
luz
artificial, cuyos reflejos se aprecian en el mantel de la
mesa, la botella y la pipa. Es el color el que la produce. “La luz no es una cosa que pueda reproducirse, sino algo que puede representarse con colores”.
El protagonista del lienzo es el
color
que inunda todos los rincones de la tela. El fondo
se obtiene gracias a una mezcla de tonos aunque abunden los rojizos, en sintonía con la
mesa y el mantel.
El color azul tiene para él la propiedad de dar al espacio profundidad y altura, de “hacer
sentir el aire”, como el mismo pintor dice. Con el color intenta destacar el relieve,
modelando, no con claroscuros, sino mediante los contrastes de tonos cálidos y fríos.
Realiza los contornos con trazos violetas, rechazando el negro. La aplicación del color
se realiza a base de fluidas
pinceladas
que expresan volumen. 2. Lenguaje estilístico al que puede adscribirse la obra.
Cézanne se forma con los impresionistas pero pronto inicia un camino que le lleva a la
reconstrucción de las formas, de las líneas y los volúmenes, a la vez que conjuga la
búsqueda de la belleza:
el posimpresionismo.
París constituye el marco en el que se mueven estos artistas. Reúne a una serie de
pintores que se forman en el impresionismo, pero superan sus investigaciones y
contribuyen a importantes avances en el arte del S.XX. Se convierte en una revisión de
las ideas impresionistas. Reaccionan contra el abandono de la forma y del volumen que
el impresionismo había practicado y quieren recuperar el dibujo aunque sin renunciar al
color. Quieren captar no solamente la luz sino también la expresividad de las cosas y
personas iluminadas: buscan el análisis de aquello sobre lo que la luz incide.
También se relacionan con otros artistas, poetas, literatos, músicos, que enriquecen sus
experiencias. París era un bullicio centrado en los cabarets de Montmartre que llenaban
de animación, color y luces de la vida nocturna. ...
Regístrate para leer el documento completo.