Los Leones de la Plaza se Aburrieron

Los Leones de la Plaza se Aburrieron
En una de las tantas pasadas que habitualmente hacemos por el centro de nuestra ciudad, he podido observar lo que está ocurriendo con el añorado y recordadoCine Aconcagua. En esta mezcla inevitable de sensaciones (asombro, tristeza, añoranza, molestia) uno puede darse cuenta que el patrimonio de la ciudad NO pertenece tanto a la ciudad. El recinto del cine,el cual albergó en más de una oportunidad a los sanfelipeños en entretenidas jornadas rotativas desde principios de los años 60 prontamente será reinaugurado como centro comercial.
A decir verdad,no tengo mayores problemas con el desarrollo comercial de San Felipe, mi conflicto se genera por otros elementos: Dentro de la formación que los docentes recibimos en la universidad, se nos hace granhincapié en respetar, rescatar y mantener vivo el patrimonio cultural del lugar en donde trabajamos. Tengo certeza, que en nuestra ciudad existen personas y agrupaciones que viven preocupadas yocupadas de resguardar este patrimonio.
Por otra parte, todas las autoridades que pueden tocar este tema, hablan hasta cansar a la gente sobre el respeto y la preservación del patrimonio cultural diciendo,sin ningún complejo que, “el patrimonio de la ciudad es nuestro…”. ¡MENTIRA!. El patrimonio del que tanto hablan pertenece a aquella persona que lo compra con platita “chi-chin”. No es nuestro. Estaes la razón por la cual no podemos cuidarlo, preservarlo, rescatarlo… perpetuarlo. De eso se trata mi conflicto.
Desgraciadamente en San Felipe, el patrimonio va desapareciendo con sigilo. Lo cualsólo viene a desnudar nuestro escaso compromiso. La labor de defenderlo, no pertenece en su totalidad a los profesores ni a todos los vecinos de nuestra ciudad, sino más bien a las autoridades. QuienesSÍ pueden hacerlo, quienes sí pueden mediar frente a los verdaderos dueños del patrimonio, ¿por qué no lo hacen?.
Tengo una idea que plantearles, demos una miradita a todas aquellas veces en que...