Los Ltimos D As De Nuestros Padres Joel Dicker

Páginas: 421 (105075 palabras) Publicado: 25 de marzo de 2015
Índice

Portadilla
Índice
Dedicatoria
Cita
Primera parte
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Segunda parte
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Tercera parte
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Cuarta parte
Capítulo 59Capítulo 60
Capítulo 61

Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Epílogo
Notas de la conversión
Sobre el autor
Notas
Créditos

A mi querida Maminou
y a mi querido Jean.
En memoria de Vladimir Dimitrijević[1].

No vayan a creer que la guerra, ni siquiera la más necesaria, ni siquiera la más justificada, no es un crimen. Pregúntenles a los soldados de infantería y a losmuertos.
ERNEST HEMINGWAY,
Introducción a Treasury for the Free World

Primera parte

1.

Que todos los padres del mundo, a punto de abandonarnos, sepan el gran peligro que corremos sin ellos.
Nos enseñaron a caminar, y ya no caminaremos.
Nos enseñaron a hablar, y ya no hablaremos.
Nos enseñaron a vivir, y ya no viviremos.
Nos enseñaron a convertirnos en Hombres, y ya ni siquiera seremos Hombres. Yano seremos nada.

Fumaban al amanecer, mientras contemplaban sentados el negro cielo que bailaba sobre Inglaterra. Y Palo recitaba su poema. Al abrigo de la noche, recordaba a su
padre.
Sobre la colina donde se encontraban, las colillas teñían de rojo la oscuridad: habían adoptado la costumbre de venir a fumar allí a primera hora de la mañana. Fumaban
para hacerse compañía, fumaban para nodesesperar, fumaban para no olvidar que eran Hombres.
Gordo, el obeso, olisqueaba entre los matorrales imitando a un perro vagabundo, ladrando para ahuyentar a los ratones de campo entre la hierba húmeda, y Palo se
enfadaba con el falso perro.
—¡Para, Gordo! ¡Hoy hay que estar triste!
Gordo se detuvo tras tres reprimendas y, enfurruñado como un niño, dio la vuelta al semicírculo que formaba la decena desiluetas y se fue a sentar al lado de los
taciturnos, entre Rana, el depresivo, y Ciruelo, el tartamudo infeliz, secretamente enamorado de las palabras.
—¿En qué piensas, Palo? —preguntó Gordo.
—En cosas…
—No pienses en cosas malas, piensa en cosas bonitas.
Y con su mano grasa y regordeta, Gordo buscó el hombro de su camarada.
Los llamaron desde la escalinata del viejo caserón que se levantabafrente a ellos. El entrenamiento iba a comenzar. Inmediatamente, todos se pusieron en marcha; Palo
permaneció sentado un instante más, escuchando el murmullo de la bruma. Volvía a pensar en su último día en París. Pensaba sin cesar en ello, todas las noches y todas
las mañanas. Sobre todo las mañanas. Hoy hacía exactamente dos meses que se había marchado.
Había sucedido a principios de septiembre,justo antes del otoño; resultaba inevitable: era preciso defender a los Hombres, defender a los padres. Defender a su
padre, al que sin embargo había jurado no abandonar nunca, años atrás, cuando el destino se había llevado a su madre. El buen hijo y el viudo solitario. Pero la guerra los
había atrapado y, al elegir las armas, Palo había elegido abandonar a su padre. Ya en agosto sabía que iba amarcharse, pero había sido incapaz de anunciárselo. Sin coraje
suficiente, solo pudo reunir el valor necesario para despedirse la víspera de partir, después de la cena.
—¿Por qué tú? —se atragantó su padre.
—Porque si no soy yo, no será nadie.
Con el rostro tan compungido como orgulloso, había abrazado a su hijo para infundirle valor.
Su padre había pasado el resto de la noche encerrado en su...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Los Ltimos D As De Cervantes
  • La Ingenier A En Nuestros D As
  • HAY CAPITALISMO EN EL MUNDO DE NUESTROS D AS
  • Los Ltimos D As De Sofia
  • El dise o y animaci n 3d en nuestros d as
  • DDHH Acontecimientos Del Siglo XVI A Nuestros D As
  • EL GLORIOSO EVANGELIO DE NUESTROS D AS
  • A D Nde Juegan Nuestros Ni Os Y Ni As

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS