LOS MANDAMIENTOS DEL ABOGADO
Secretaría del Consejo Universitariocuanto al derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tú leinvocas. 6°.—ATOLERA.—Tolera la verdadajena en la misma medida en quequieres que sea tolerada la tuya. 7°.—TEN PACIENCIA.—El tiempo se venga de las cosas que se hacensin su colaboración. 8°.—TEN FE.—Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para laconvivencia humana; en la justicia, como destine normal del derecho;en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia; y sobre todo, tenfe en la libertad, sin la cual no hay derechoni justicia ni paz. 9°.—OLVIDA.—La abogacía es una lucha de pasiones. Si ida batallafueras cargando tu alma de rencor, llegará un en que la vida seráimposible para ti. Concluido el combate, vida tan pronto tu victoriacomo tu derrota. 10°.—AMA A TU PROFESION.—Trata de considerar la abogacía de talmanera que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino,consideres un honor para ti proponerleque se haga abogado. INTRODUCCION Es probable que no haya rincón del mundo donde algún abogado notenga en su despacho uno de esos recuadros que, desde el de SanIvo, del siglo XIII, hasta el de Ossorio, del siglo XX, se vienenredactando para expresar la dignidad de la abogacía. Son esos textos, decálogos del deber, de la cortesía o de la alcurniade la profesión. Aspiran a decir en pocas palabrasla jerarquía delministerio del abogado. Ordenan y confortan al mismo tiempo;mantienen alerta la conciencia del deber; procuran ajustar la condiciónhumana del abogado, dentro de la misión casi divina de la defensa. Pero la abogacía y las formas de su ejercicio son experienciasPágina 2
Secretaría del Consejo Universitariohistóricas. Sus necesidades, aun sus ideales, cambian en la medida enque pasael tiempo y nuevos requerimientos se van haciendosucesivamente presentes ante el espíritu del hombre. De tanto entanto es menester, pues, reconsiderar los mandamientos paraajustarlos a cada nueva realidad. Hoy y aquí, en este tiempo y en este lugar del mundo, las exigenciasde la libertad humana y los requerimientos de la justicia social,constituyen las notas dominantes de la abogacía, sin lascuales elsentido docente de esta profesión puede considerarse frustrado. Peroa su vez, la libertad y la justicia pertenecen a un orden general, dentrodel cual interfieren, chocan y luchan otros valores.La abogacía es, por eso, al mismo tiempo, arte y política, ética yacción. Comoarte, tiene sus reglas; pero éstas, al igual que todas las reglasdel arte, no son absolutas, sino que quedan libradas a...
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