Los Melindres De Belisa

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UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO DEPARTAMENTO DE DRAMA

LOS MELINDRES DE BELISA De (Comedia en tres actos) Lope de Vega

REPARTO

BELISA LISARDA CELIA FLORA FELISARDO

ELISO DON JUAN CARILLO TIBERIO ALGUACIL

ACTO PRIMERO CASA DE LISARDA (TIBERIO Y LISARDA)

Tiberio. Lisarda. Tiberio. contento. Lisarda. Tiberio. Lisarda.

En fin, ¿se ha quitado el luto? Ha más de un año la muertede su padre. De esta suerte podremos decir que es fruto de la tristeza el

No lo será para mí, que tal marido perdí. ¡Oh, qué inútil sentimiento! ¿Inútil? ¿Pues no es razón que llore su compañía una mujer que tenía tanto amor y obligación? ¿No sabes tú que aun las aves dan ejemplo, pues que muda una tórtola viuda su canto en

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quejas suaves y no se vuelve a casar, si una vez su esposopierde, ni se sienta en rama verde? Tiberio. Lisarda. Tiberio. ¿Pues donde se va a sentar? En un espino, una seca rama. Así, pues, no te extrañe que tal asiento los dañe y no lleguen nunca a clueca. No paran en todo el día. Lisarda. No dirás eso por mí, y es que jamás pretendí, Tiberio, tras compañía. Tiberio. Pues en verdad que pudieras, que bien moza has enviudado, y con hacienda que ha dadocodicia, si tú quisieras, a más de seis pretendientes. Lisarda. Tiberio. Lisarda. Tiberio. Lisarda. ¿Con dos hijos? ¡Y con doce! Mal tu pecho me conoce. ¿A qué negar lo que sientes? No niego. Cien mil ducados mi marido me dejó, mas con dos hijos que yo pienso ver pronto casados, y en cuanto ambos lo estén me recogeré en la aldea. Tiberio. En lo que es razón que sea, Lisarda, has pensado bien. Mas,¿Cómo tan descuidada vas en que case Belisa, pues que ya su edad te avisa y el ser de mil cortejada? Juan, tu hijo…, al fin, es hombre. Lisarda. ¿Cómo puedo yo casar a Belisa, y dónde hallar un hombre tan gentil hombre de tales gracias dotado y perfecto como sueña? A tal paso acaba como dueña. Con razón me da cuidado que sea de esa manera; ¿pues ha hecho el cielo cosa más cansada y melindrosa? ¿Nihombre que apetezca y quiera? A codicia del dinero, del entendimiento y talle, es un lonja eta calle del genovés caballero, del indiano portugués, del papelista, el

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letrado, el viejo rico, el soldado, el lindo…, aunque no lo es ninguno de ellos con ella; a todos falta les pone. Tiberio. Pues Belisa me perdone, que aunque es tan discreta y bella, no se ha de enveanecer en arroganciasinjustas. Lisarda. Tiberio, si hablarla gustas y quieres darla a entender esta locura en que ha dado, hoy está hermosa y gallarda, ya que visitas aguarda; háblala. Tiberio. Estoy enojado y a fe que se ha de casar de mi mano, aunque no quiera. Lisarda. Tiberio. Lisarda. Tiberio. Hoy cuatro novios espera; no sé si le han de agradar. ¿De cuatro en cuatro la piden? Pica el dinero, Tiberio. ¡Métase en unmonasterio! (VANSE. ENTRAN BELISA Y FLORA.) Belisa. Flora. Belisa. Flora. Belisa. Flora, aquellas celosías los ojos me han afrentado. ¿Cómo? En las niñas me han dado de palos. ¡Que niñerías! Como los ojos llegué a sus palos, ellos fueron tales, que al fin me los dieron; pero luego me vengué. Flora. Belisa. Flora. Belisa. ¿De qué modo? Del estuche saqué un cuchillo y los di de puñaladas allí. ¿Quién hayque tal gracia escuche? ¿Mataste la celosía? Hice, a lo menos, lugar por donde pude mirar quién por la calle venía. Mas pronto vino el castigo, pues en vez del caballero pasó… Flora. Belisa. Flora. Belisa. ¿Quién? Un aceitero. ¿Y le miraste? Eso digo: que le miré y me manchó el vestido.

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Flora. Belisa. Flora. Belisa. Flora. Belisa.

¿Pues podía, tú detrás de celosía y él en la calle?¿Pues no? Mírame bien. ¿De mirar al que va aceite vendiendo te has manchado? Así lo entiendo; y otro vestido a buscar y éste harás vender. Mira que muy limpio está. Necia, ¿no te he dicho ya que daño me suele hacer quererme contradecir? Jesús, ¡que fiero accidente!

Flora. Belisa.

¿Cómo? Este pulso, esta frente… Mira, estoy para morir. ¡Qué terrible calentura!

Flora.

No pienso...